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Italia quiere eliminar una de las cosas más básicas del sistema de sanidad de España

Lo que hasta hace poco parecía algo impensable, hoy se baraja la posibilidad. Todavía no es una decisión definitiva, pero podría afectar a miles de ciudadanos.


Médico recetando un medicamento
Italia quiere eliminar una de las cosas más básicas del sistema de sanidad de España |Canva
Icíar Carballo
Fecha de actualización:

El hecho de tener que pagar incluso la visita al médico de cabecera es una posibilidad que se baraja hoy en Italia. Una medida que coincide con la actual tensión que se vive en la comunidad médica, y que supondría un cambio en el modelo de asistencia sanitaria en el país vecino, que hasta ahora se caracterizaba por ser accesible y gratuito. 

Esta iniciativa, apoyada tan solo por unos pocos, aún se encuentra en fase de estudio y podría afectar especialmente a la población más vulnerable. Pero la saturación de los servicios, los recortes presupuestarios y las dificultades para cubrir las plazas médicas están llevando al Gobierno a replantearse que comience a ser de pago. 

Así, esta propuesta contempla que los usuarios paguen una tarifa por cada consulta, lo que incluiría desde revisiones rutinarias hasta la solicitud de recetas médicas. Un hecho que genera serias dudas sobre el derecho universal a la salud.

Los más vulnerables serían los más perjudicados

La Confederación Italiana de Sindicatos Médicos (CIMO) ha advertido que esta iniciativa podría “romper el vínculo entre la ciudadanía y la medicina de proximidad”, dificultando el acceso a servicios básicos especialmente en zonas rurales o entre personas mayores y enfermos crónicos. Asociaciones como Médicos Sin Fronteras en Italia, también han alertado de que “un sistema sanitario que deja fuera a los más frágiles es un sistema más caro y menos eficaz a largo plazo”.

Uno de los principales riesgos que corre esta medida es que tenga un impacto negativo directo sobre aquellos que tienen menos capacidad económica. Un pago que, aunque sea reducido, podría actuar como barrera de entrada para millones de personas. De hecho, estudios del Instituto Nacional de Estadística (ISTAT) indican que un 11,2% de los hogares italianos ya renuncian a tratamientos médicos por razones económicas, por lo que esta iniciativa podría agravar esta situación. 

La principal preocupación apunta a que el sistema podría derivar hacia una segmentación según el poder adquisitivo, con ciudadanos que pueden pagar una atención privada y beneficiarse de ventajas fiscales, frente a otros que dependen exclusivamente del sistema público. Así, la Federación Nacional de Órdenes de Médicos (FNOMCeO) también ha reclamado una “reflexión profunda y participativa” antes de modificar un pilar fundamental del sistema sanitario.

La posible reforma, a debate

Por ahora, el Gobierno italiano no ha hecho oficial ninguna modificación legislativa, aunque varios partidos han comenzado a debatir propuestas en el Parlamento. Desde el Ministerio de Sanidad han señalado que “cualquier cambio será sometido a diálogo con los profesionales del sector, las regiones y los sindicatos”, ya que cualquier modificación del sistema sanitario debe garantizar la igualdad territorial y la sostenibilidad a largo plazo.