La incapacidad permanente cualificada permite cobrar el 75% de la base reguladora, pero la Seguridad Social la puede quitar por encontrar empleo o llegar a la edad de jubilación.
De los más de 10,29 millones de pensionistas que hay en España, el 49,07% recibirá una pensión inferior a los 1.000 euros mensuales.
El Juzgado de los Social le reconoció la pensión, pero el TSJ de Andalucía se la denegó dando la razón a la Seguridad Social.
La trabajadora alegó que sufría fibromialgia severa, lumbalgia crónica, fatiga extrema, insomnio y otras dolencias que limitaban su capacidad laboral, motivo suficiente para que el TSJ le reconociera la incapacidad.
La pensión mínima de incapacidad permanente absoluta se situará entre los 11.620 euros y los 15.786,40 euros en función de la situación familiar, mientras que la pensión máxima llegará a los 3.267,60 euros.
La pensión media de incapacidad permanente se situará en los 1.198,23 euros mensuales, mientas que la máxima llegará a los 3.267,60 euros.
El TSJ de Castilla-La Mancha consideró que las limitaciones físicas y el dolor crónico que padecía este empleado de Amazon lo incapacitaba no solo para su profesión habitual, sino para cualquier actividad laboral.
La incapacidad permanente es una prestación económica de la Seguridad Social para aquellas personas que, por enfermedad o accidente laboral, ya no pueden seguir desempeñando su actividad laboral.
El tribunal médico tiene en cuenta cuatro criterios a la hora de conceder la incapacidad permanente y el grado de la misma.
La Seguridad Social no cuenta con una lista oficial de enfermedades por las que conceder la incapacidad permanente, aunque sí hay una serie de patologías por las que comúnmente se reconocen.
El TSJ de Navarra considera que las lesiones de la trabajadora le impide desarrollar cualquier actividad laboral, por lo que le concede la incapacidad permanente absoluta tras revocar la decisión de la Seguridad Social y reconoce el derecho al 100% de la pensión.
El voto en contra del PP, Vox y Junts ha tumbado el incremento del 2,8% para las prestaciones contributivas que hará que la pensión media baje hasta los 1.448 euros y la máxima se sitúe en los 3.175,04 euros.
Para el Tribunal Supremo, aunque el trabajador presentaba ceguera, esta limitación no le impedía desarrollar su actividad laboral habitual, que desempeñó durante varios años.
Es posible cobrar la baja laboral o incapacidad temporal durante 365 días, con la posibilidad de prorrogarla dos veces, en función de la evolución del trabajador.
Esta tarjeta funciona como documento acreditativo del grado de incapacidad permanente otorgado y permite acceder a los beneficios sociales, económicos y laborales que tienen las personas con ese grado de incapacidad.
El TSJ de Andalucía desestima el recurso de una ex empleada del hogar y confirma la denegación de la incapacidad permanente.
El certificado que acredita la incapacidad permanente se puede conseguir a través de internet entrando en la Sede Electrónica de la Seguridad Social, en las mismas oficinas o por correo postal.
La Seguridad Social abona las pensiones a mes vencido, pero la mayoría de entidades bancarias lo ingresará entre los días 23 y 27 de enero. Además, este mes vendrá con la subida.
La incapacidad permanente es revisable hasta alcanzar la edad de jubilación ordinaria, por lo que la Seguridad Social tiene la capacidad de retirarla en cada revisión. Además, ciertos comportamientos e incompatibilidades pueden dar lugar a la extinción de la prestación.
La pensión mínima de incapacidad permanente es la prestación más baja que la Seguridad Social ingresa, aunque esta puede ser inferior en ciertos casos. Estos son los importes y requisitos en 2025.
Las pensiones de jubilación, incapacidad permanente o viudedad se abonarán el viernes, 24 de enero de 2025, ingresando la subida.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña confirma la incapacidad permanente de una empleada de Mercadona despedida por ineptitud sobrevenida, tras la negativa inicial de la Seguridad Social.
El tribunal considera que las lesiones y limitaciones del empleado, derivadas de un accidente no laboral, justifican la incapacidad permanente total, por lo que percibirá una pensión vitalicia equivalente a 3.000,51 euros mensuales.
La incapacidad permanente es revisable hasta llegar a la edad de jubilación. Una vez alcanzada dicha edad se pasará a cobrar la pensión de jubilación, salvo que el beneficiario decida lo contrario.
El TSJ de Madrid determinó que la fibromialgia y las alteraciones cognitivas de la trabajadora afectan gravemente su capacidad laboral, siendo compatibles con la pensión de incapacidad permanente total.
Este complemento por hijo en la pensión tiene una cuantía de 35,90 euros por hijo, con un máximo de cuatro hijos, siempre que se cumplan estos requisitos.
Las pensiones de incapacidad permanente subirán un 2,8%, las mínimas un 6% a excepción de las con cargas familiares que aumentarán un 9,1%. La pensión máxima se sitúa en los 3.267,60 euros mensuales.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid considera que las limitaciones funcionales derivadas de las patologías justifican el acceso a la incapacidad permanente absoluta y no la total.
La Seguridad Social denegó la incapacidad permanente, pero el TSJ de Asturias fijo el derecho a esta cajera de Mercadona a la incapacidad permanente total con una pensión vitalicia del 55 % de su base reguladora, fijada en 2.089,25 euros mensuales.