El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha declarado procedente el despido disciplinario de 6 trabajadores de Burger King que celebraron una fiesta clandestina en el aparcamiento del restaurante (en la que bebieron alcohol), justo al salir del trabajo. Estos empleados, sin el uniforme y sin respetar las medidas de seguridad e higiene, entraron al restaurante para coger vasos, bebidas y hamburguesas. La justicia da la razón a la empresa y consideran que los hechos suponen una falta muy grave por transgresión de la buena fe contractual y abuso de confianza.
Fue en agosto de 2021, una noche, cuando en la zona del aparcamiento para motos de un restaurante de Burger King, los seis trabajadores celebraron una fiesta junto a otras personas. Tal como se recoge en la sentencia 4604/2025, los trabajadores consumieron bebidas alcohólicas y, sin el uniforme y sin mascarilla, entraron de forma reiterada al interior del restaurante (después de las 24:00 horas, fuera del plazo de 30/40 minutos previsto para el fin de jornada), utilizando una llave en posesión de una tercera persona para abrir la puerta.
Al entrar, fueron a la cocina y cogieron vasos de plástico, bebidas, hamburguesas y otros productos de comida para consumirlos en el aparcamiento. Esto se hizo sin respetar el procedimiento de la empresa sobre consumo de comida de empleados, sin autorización de la empresa, y sin seguir el protocolo preventivo de salud ante la pandemia COVID-19. Por todo ello, Burger King les comunicó a todos su despido por motivos disciplinarios.
En un principio, el Juzgado de lo Social da la razón a los empleados
No conformes con el despido, los trabajadores decidieron reclamar, y el Juzgado de lo Social nº 34 de Barcelona estimó parcialmente su demanda. Este juzgado consideró que, aunque los hechos quedaron probados, no constituían una falta muy grave de “fraude, deslealtad o abuso de confianza” alegada por la empresa, sino que eran subsumibles como faltas graves, argumentando que la calificación era incorrecta y desproporcionada. En consecuencia, declaró el despido improcedente, debiendo Burger King remitirles o abonarles la indemnización correspondiente, que variaba en función del trabajador.
Era ahora la empresa quien estaba disconforme, por lo que reclamaron la sentencia e interpusieron un recurso de suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. En este, denunciaron que el juzgado de instancia valoró las conductas de forma aislada, señalando que los hechos, analizados en su conjunto (fiesta clandestina tras el cierre, utilización de productos de la empresa y abuso de confianza) están correctamente tipificados en la falta muy grave de fraude, deslealtad o abuso de confianza, vinculada a la transgresión de la buena fe contractual.
La empresa destacó la gravedad de la conducta de los empleados, especialmente atendiendo al contexto de la pandemia COVID-19, que apuntaron como un agravante.
El TSJ de Cataluña da la razón a Burger King
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña recordó que la transgresión de la buena fe es un incumplimiento que, cuando es grave y culpable, justifica el despido, aunque no se acredite un perjuicio económico o un lucro personal para el trabajador.
Partiendo de esta base, determinaron que la conducta de los trabajadores sí constituía una clara transgresión de la buena fe contractual y abuso de confianza. Primero, porque la conducta está intrínsecamente ligada al ámbito laboral y los trabajadores aprovecharon su condición de empleados para acceder al restaurante fuera de horario y utilizando una llave para coger varios productos y consumirlos durante la fiesta, que se celebraba en instalaciones de la propia empresa (el aparcamiento).
Esta acción, añaden, implicó un perjuicio económico y dañó la imagen de la empresa. Además, como apuntaba la empresa, los hechos eran aún mas graves porque tuvieron lugar en agosto de 2021, en un contexto de pandemia, con medidas vigentes para la contención del virus, las cuales fueron incumplidas por los trabajadores. Por último, señalaron que la conducta de los trabajadores quebrantó los deberes de fidelidad y lealtad hacia la empresa.
Por todo ello, estimaron el recurso de Burger King y declararon procedente el despido disciplinario de los 6 trabajadores. Contra esta sentencia cabía interponer un recurso de casación para la unificación de doctrina ante el Tribunal Supremo.
