
Cuando se vive de alquiler, se corre el riesgo de que el propietario reclame la vivienda, y aunque en España la ley establece unas garantías para que los inquilinos puedan seguir en su vivienda, en el caso de esta pareja de jubilados poco se pudo a hacer. A sus más de 75 años se vieron obligados a abandonar la casa en la que residían desde hacía 9 años y terminaron viviendo en la calle.
Según la información publicada en ‘Sic Noticias’ esta pareja de jubilados portugueses, tras años viviendo en la casa y décadas de trabajo, tuvieron que abandonar su hogar porque se iba a destinar el inmueble a uso turístico. Los ancianos recibieron una orden de desalojo de su casero informándoles de que planeaba transformar la vivienda en un alojamiento turístico, una práctica muy habitual en Lisboa, al igual que España, según informa el medio debido al auge del turismo.
Con unos ingresos mensuales que no superan los 700 euros, a esta pareja le fue imposible encontrar un nuevo alojamiento, porque no solo tuvieron que dejar atrás la que había sido su casa durante una década, sino también muchas de sus pertenencias porque no tenían a donde llevarlas.
Terminaron viviendo en una estación
Con la imposibilidad de encontrar una nueva casa debido a sus escasos ingresos, los ancianos terminaron instalándose en una de las estaciones de la ciudad, en la que gracias a la caridad y la ayuda altruista de dos personas consiguen ropa, comida y acceso a aseos.
Las dos personas que las estaban ayudando promovieron también una recogida de firmas para reclamar al Gobierno una solución para esta pareja “Queremos que se garantice una vivienda digna para esta pareja. No podemos permitir que nuestros mayores vivan así”, expresaron en declaraciones recogidas por medios locales.
La situación de los ancianos había sido comunicada a una parroquia, cuyos servicios de asistencia social estaba realizando un seguimiento y coordinando con las autoridades municipales una posible solución, aunque de momento no se conoce que los ancianos hayan sido reubicados.