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Lo que nadie te cuenta de Corea del Sur, el país de ‘El juego del calamar’: no querrán sentarse a tu lado

Una tiktoker ha recopilado lo que más le ha sorprendido al viajar a Seúl, Corea del Sur. Desde cafés XXL hasta la extraña costumbre de que nadie quiera sentarse al lado de los extranjeros.


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Lo que nadie te cuenta de Corea del Sur, el país de ‘El juego del calamar’ |Canva y Netflix
Fernando García Ferrer
Fecha de actualización:

Si pensabas que Corea del Sur era solo K-pop y ‘El juego del calamar’, estabas muy equivocado. La tiktoker Carla Domenech (@carladomenechp) ha arrasado con un vídeo donde cuenta todas las cosas que más le han chocado en su viaje al país donde se ha grabado una de las series más exitosas de Netflix.

Desde tomarse cafés gigantes a horas imposibles hasta colas eternas para entrar en la cafetería de moda, pasando por normas en el transporte público que a un español le pueden sorprendentes. Así es el día a día en Seúl, la capital de Corea del Sur, según Carla.

No madrugan y aman el café

Para empezar, esta no es de esas típicas ciudades que se despiertan a las siete de la mañana. Casi todas las cafeterías abren a partir de las 11 y hasta esa hora, las calles están medio vacías. La sorpresa es aún mayor cuando, llegada la noche, la ciudad está más viva que nunca y la gente se anima a tomarse cafés “más grandes que mi cabeza” a las nueve de la noche, como explica la tiktoker.

Otra cosa que ha dejado boquiabierta a Carla es la obsesión nacional por las cafeterías. “Mirad la cola que hay para esta cafetería cuando hay 300.000 en la ciudad”, cuenta, y es que cuando un local se pone de moda, todo el mundo va allí, aunque todas las del alrededor estén vacías.

Todo al blanco, negro o gris… y siempre a la sombra

Salir de fiesta en Seúl tiene otra regla y es que todo el mundo viste igual. “Hemos salido de fiesta y toda la gente va de blanco o negro. O gris”, explica entre risas, mientras se siente la que más desentona por su ropa colorida.

Otra curiosidad que sorprende, es que allí no les gusta el sol ni un poco. Todo el mundo va con paraguas, gorras o viseras, y hay quien incluso lleva sombreros antimosquitos para evitar cualquier rayo de sol. La obsesión por la piel blanca es ley de vida en Corea.

En el transporte público reina el silencio

S hay algo que de verdad choca a los viajeros españoles, es lo que pasa en el transporte público. Aquí no se puede hablar, ni mucho menos gritar. El silencio es sagrado y si subes el tono, te llevas todas las miradas.

Pero lo que más le impactó a Carla es que, muchas veces, los coreanos prefieren quedarse de pie antes que sentarse al lado de un extranjero.

Google Maps no funciona

Google Maps no sirve para nada en Corea del Sur. El gobierno bloquea su funcionamiento por temas de seguridad, así que la gente usa otra app llamada Naver, que aquí es la reina de las rutas.

Eso sí, hay un detalle que sorprende a cualquiera que visite el país y son las cuestas. “No entendemos cómo la gente mayor puede caminar por aquí, porque es que es horrible”, cuenta Carla. Las calles de muchas zonas son una sucesión de subidas y bajadas interminables, así que caminar por la ciudad es todo un reto.

El país de las sesiones de fotos

Quizá la escena más surrealista para la tiktoker ha sido ver a gente haciéndose sesiones de fotos por todas partes. “Van con trípode, con maletas para cambiarse de ropa… y nadie se corta”, comenta. Aquí lo de posar y buscar el mejor ángulo es costumbre.