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Un youtuber viaja a Italia para obtener un certificado de defunción y así conseguir un reembolso de 43 euros de una aerolínea

El youtuber Max Fosh ha llevado la guerra contra las aerolíneas a un nuevo nivel, fingiendo su propia muerte legalmente para conseguir el reembolso de un vuelo.


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Max Fosh, youtuber |YouTube (Max Fosh)
Fernando García Ferrer
Fecha de actualización:

¿Hasta dónde llegarías para que te devuelvan el dinero de un vuelo que no pudiste coger? Para Max Fosh, la respuesta es simple: hasta donde haga falta, incluso si eso significa simular tu propia muerte. Este creador de contenidos británico, que suma más de 4,8 millones de seguidores en YouTube gracias a sus bromas y retos imposibles, ha sorprendido a medio internet con su última ocurrencia viral.

Todo empezó hace apenas unos días, cuando Max compartió un vídeo titulado: “Técnicamente, estoy muerto”. ¿El motivo? “Si organizo mi propio funeral es que técnicamente estoy muerto para que la aerolínea me devuelva el dinero”, explica mientras aparece metido en un ataúd.

La importancia de la letra pequeña

La clave está en la letra pequeña de las aerolíneas. Según cuenta Max, al intentar recuperar el dinero de un vuelo que no pudo coger, descubrió que la compañía solo devuelve el importe si el pasajero ha fallecido. Ni cambios, ni bonos, solo “si te mueres, te pagan”. Así que decidió tomarse la norma al pie de la letra, pero buscando un respaldo legal, ya que la compañía pedía un certificado de defunción, pero no especificaba de dónde.

Por este motivo, Max puso rumbo al Principado de Seborga, una micronación dentro de Italia, donde previo pago de una pequeña tasa, es posible obtener certificados oficiales de todo tipo, incluso de defunción. Son documentos simbólicos que no tienen validez legal fuera de Seborga, pero cuentan con sellos y firmas oficiales del gobierno local.

Aprovechando que la aerolínea no especificaba el país de origen del certificado, Max encontró así el vacío legal perfecto para presentar el documento y solicitar el reembolso. “37,28 libras (unos 43 euros), es un buen precio. Pero lo que me molesta es que hay gente que ha perdido miles de libras por culpa de estas compañías”, denuncia en su vídeo con el certificado de defunción en la mano y su humor característico.

“No es fraude, pero es fraudulento”

Pero la historia no termina ahí. Cuando ya lo tenía todo listo para cobrar, consultó a su abogado. “No es fraude, pero es fraudulento”, le advirtió, recomendándole no seguir adelante con la reclamación. No sería fraude porque el documento es real, pero es fraudulento porque aprovecha una laguna de la norma para conseguir algo que, en el fondo, no le corresponde.

La historia ha arrasado en redes sociales. Cientos de personas han compartido el vídeo, aplaudiendo el ingenio del youtuber y denunciando la falta de flexibilidad de las aerolíneas. Muchos destacan lo absurdo de ciertos sistemas, en los que la letra pequeña a veces puede suponer un reto.