España se apunta un nuevo tanto en la carrera por liderar los derechos laborales a nivel internacional. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes solicitar a las Cortes la autorización para ratificar el Convenio 191 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que eleva la seguridad y salud en el trabajo a la categoría de derecho fundamental.
Con este movimiento, el Gobierno de Pedro Sánchez refuerza su discurso de “trabajo decente”, aunque no se ha concretado, de momento, el impacto real de esta medida sobre la siniestralidad laboral, uno de los grandes problemas del mercado laboral español.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha dejado clara su postura en un comunicado: “La adhesión a este convenio internacional se corresponde con la máxima de trabajo decente y con derechos que ha guiado la labor de este Ministerio”, ha proclamado en un comunicado recogido en la web del Ministerio de Trabajo. Desde su departamento insisten en que este paso “ahonda la senda emprendida para cimentar los derechos de las personas trabajadoras también en el área de la prevención de riesgos laborales”.
España bate récords en la OIT donde suma ya 139 convenios ratificados, más que ningún otro país, y en los últimos cinco años ha incorporado normas clave sobre seguridad en la construcción, la agricultura, la pesca, el trabajo doméstico o la lucha contra la violencia en el trabajo. Pero el gran titular de este martes es la apuesta por el Convenio 191, adoptado en 2023, que reformula otros ocho tratados previos y promete blindar el derecho a un entorno laboral seguro.
