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Dejé mi trabajo para convertirme en capitana de barco y este es mi sueldo mensual

Ha tenido que realizar cursos de formación y varios exámenes de forma intensiva para dedicarse a su nueva profesión en la que tiene turnos rotativos de mañana y tarde.


Lydia Chermitti
La capitana de barco Lydia Chermitti en su puesto de trabajo. |Le Figaro | Lydia Chermitti
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:

A veces cambiar de trabajo es positivo, no sólo porque se puece cobrar un sueldo más alto, sino porque en muchas ocasiones, se realiza un sueño. Es el caso de Lydia, una trabajadora social de 37 años que decidió enviar el currículum y probar suerte como capitana de barcos. Ahora trabaja como conductora de los llamados autobuses de mar, que llevan a 130 pasajeros en cada viaje por el Puerto Viejo, L'Estaque y Pointe Rouge en Francia.

La Autoridad de Transportes de Marsella (RTM) cada vez tiene más mujeres en su plantilla, entre ellas la nueva capitana de la línea Vieux Port Estaque. “Pasé 10 años trabajando en el sector social pero sentí la necesidad de reinventarme”, ha asegurado en una entrevista a Le Figaro. Y aunque siempre le había gustado navegar, nunca había pensado dedicarse profesionalmente a ello. 

A los 33 años dio un giro a su vida laboral y decidió mudarse a Marsella. “Cuando era pequeña vivía lejos de la costa, y creo que eso fue lo que hizo que empezara a gustarme navegar cada vez más”. 

Cobra un sueldo de 2.400 euros al mes como capitana

Lydia empezó a trabajar en el mar hace cuatro años. Y en ese momento cobraba un sueldo de 1.850 euros al mes como marinera. Su contrato era a tiempo parcial, de 35 horas semanales durante la temporada de trayectos. Ahora ha ascendido y gana un salario de 2.400 euros al mes. “Para trabajar como marinera hay que ser audaz, cuando te lanzas al mar no sabes si vas a marearte o vas a aguantar físicamente”, asegura Lydia.

Pero, al final, “vale la pena”. Algo que cada vez sabe más gente porque se trata de una de las profesiones con más demanda ya que hay más puestos vacantes que marineros cualificados. Por eso, desde las administraciones se está empezando a financiar tanto la formación como los títulos que son necesarios para capitanear uno de estos buses marinos.

En la región sur francesa, por ejemplo, hay una ayuda económica que cubre la formación de los regatistas hasta los 9.500 euros. La plantilla actual es de 30 conductores de lanzadera de pasajeros para las líneas RTM y Frioul, sobre todo en verano.

Cómo ser capitán de barco de transporte de pasajeros

Para conseguir ser capitán o capitana de un barco de transporte de pasajeros, hay que ingresar en la marina mercante. Lo primero es aprobar el título básico que es el de marinero de cubierta y luego ascender por escala. Esto se consigue con seus meses de navegación para conseguir el título de capitán, otros seis para el de ingeniero jefe. 

Este último es imprescindible para gestionar el San Antonio, el buque que ahora dirige. Lydia tiene una jornada de trabajo bastante cómoda para ella, y en la que, como ha confesado al periódico francés, está bastante a gusto.

Alterna entre semanas de mañana y de tarde, en turnos intensivos. El primero de 6 de la mañana a 14:00 horas y el segundo a partir de las 14:00 y hasta la medianoche. En cada uno de los viajes transporta hasta a 130 pasajeros. “Conocemos a mucha gente, especialmente en verano, a veces es cansado por el calor y la tensión, pero en general los pasajeros están encantados en usar el barco”.

Porque este transporte funciona como servicio público que hace que sea “más accesible para todos”.

El sector marítimo busca trabajadores

El sector del mar y concretamente el de transporte de viajeros, está en búsqueda continua de trabajadores. “Es una profesión de alta demanda, hay más puestos vacantes que marineros cualificados y por eso las regiones están pagando la formación”.

Aunque tradicionalmente han sido vacantes cubiertas por hombres, la tendencia está cambiando. “Cada vez hay más mujeres, ya que se busca la paridad. En mi compañía somos tantos hombres como mujeres aunque en los capitanes hay 6 mujeres de 15”. A menudo, nuestras inhibiciones son las que nos frenan, “cuantas más capitanas haya al timón, más natural será”.

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