Soy vendedora en Vinted y esto es lo que gano al mes: "en Navidad mi sueldo sube a 4.000 euros"

Comenzar un empleo como vendedora en Vinted y poder generar altos ingresos es el objetivo de muchos desempleados que no encuentran salida en el mercado laboral. Es el caso de Yolaine de Cian, una madre con discapacidad francesa de 35 años. Ella empezó a vender ropa de segunda mano tanto suya como de su familia y cuando se dio cuenta de que generaba un dinero extra, decidió convertirlo en su profesión.

En la campaña de Navidad, cuando hay más ventas de ropa y complementos, el salario alcanza los 4.000 euros. Todo esto con una inversión apenas de 7 euros en concepto de ‘escaparate’ que aumenta su visibilidad en la aplicación y la compra de existencias que ronda los 500 a 600 euros. Una de las ventajas, como ha explicado en un reportaje en el diario Le Figaro es que no tiene jefe ni horarios, pero tampoco tienda física.

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Esto hace posible que pueda trabajar desde su casa, y conciliar su pasión por la moda, la salud y el emprendimiento. “Empecé en Vinted cuando se inauguró esta plataforma, como particular, vendiendo mi ropa y luego la de mis familiares y amigos que ya no usaban. En aquellos momentos, era trabajadora de una empresa de transportes”.

Tres años más tarde nació su hija y a ella le diagnosticaron una discapacidad. Pasó a tener problemas en su trabajo y decidió cambiar. “Era el momento adecuado de emprender como autónoma”, explica.

Tiene su propia boutique en Vinted con la que gana miles de euros

En 2023 consiguió un ascenso dentro de la plataforma, pasando a ser vendedora profesional gracias a su boutique llamada Vestiti di Cian. Debido al cuidado de su hija, teletrabaja, lo que le facilita mucho las cosas. “Mi jornada de trabajo es a tiempo completo, ya que me encargo del servicio postventa, de la búsqueda de ropa, toma de medidas y de hacer las fotos”.

Para conseguir tener el equipo completo, se ha hecho con un vaporizador profesional que ayuda mucho en las tareas de planchado y limpieza de las prendas. Lo que más le gusta es recibir los comentarios de sus clientes. “Coloco pequeños regalos en los paquetes”. Una iniciativa que, sin duda, está enamorando a los que compran por primera vez en su establecimiento online.

En una ocasión, recuerda, “coloqué una pulsera con un corazón en uno de los paquetes. La clienta que la recibió me dijo que la usaría para una entrevista de trabajo porque pensaba que le iba a traer suerte”.

Y, como siempre, hay críticos. “Muchos piensan que vender productos de segunda mano no es un trabajo de verdad y se equivocan, claro que lo es, espero que lo intenten”.

Es autónoma y paga impuestos

Para comenzar a trabajar como vendedora profesional en Vinted, Yolaine ha tenido que tramitar su alta como autónoma, consiguiendo el número SIRET, que es un identificador de 14 dígitos que se asigna a los negocios franceses. “Lo hice cuando alcancé un nivel considerable de ventas”. 

Cuando todavía no era autónoma, recibió un mensaje de Vinted en el que la avisaban de que estaba llegando a un volumen muy alto de ventas. “En el caso de que haya una inspección, si la actividad no está declarada pueden suspender la cuenta”, asegura a Le Figaro.

Factura entre 2.500 y 2.700 euros al mes

Su facturación mensual, cuando las ventas van bien, es de entre 2.500 y 2.700 euros al mes, con picos que llegan a los 4.000 euros en temporada alta de Navidad. “Apenas tengo gastos, trabajo desde casa y estoy dada de alta como persona con discapacidad. Lo único es la compra de existencias que supone unos 600 euros al mes y 7 euros extra para contratar la opción de ‘escaparate’ con la que ganar visibilidad”.

Actualmente está vendiendo unos 25 artículos diarios, procesando entre 10 y 15 paquetes, aunque a veces este número sube hasta los 30. Lo que más piden es moda femenina, que compran por un precio entre 10 y 15 euros, a excepción de algunas más especiales, de diseño. En este caso, pagan hasta 25 euros.

“No me cierro a las negociaciones y siempre dejo un margen para que los clientes puedan lanzarme alguna oferta”. Como madre, se plantea ampliar su negocio y vender ropa infantil “cuando la niña vaya al colegio tendré más tiempo”. Además se plantea contratar a alguien que le ayude con la entrega de paquetes.