
¿Alguna vez han sentido que hay algo que no está bien en tu trabajo? No sabes cómo explicarlo, pero experimentas cierta incomodidad. Como si sobraras allí, no te saludan, no tienen en cuenta tus ideas, evitan contactar contigo e, incluso, te ocultan información que otros empleados sí tienen. Este ‘fenómeno’ tiene nombre, la ‘Ley del hielo’, y es más peligrosa de lo que podrías pensar a simple vista.
Lo ha dado a conocer la orientadora laboral Esther Martínez, Top Voice en LinkedIn, quien ha desgranado alguna de las formas en las que se manifiesta y, muy importante, cómo reaccionar si lo estamos sufriendo. “Que no te dirijan la palabra en la oficina o te oculten información se denomina ley de hielo”, comienza explicando en un vídeo de su cuenta de TikTok, donde lanza consejos de empleo.
En sus propias palabras, la ley de hielo “es una manipulación y un abuso de poder que puede tener consecuencias nefastas para la salud mental del empleado”. El motivo es que esta manipulación “silenciosa” puede provocar sensación de aislamiento, fatiga emocional, bloqueo o mermar nuestra confianza. En el peor de los casos, debido a esta incomodidad experimentada de forma diaria, podría llevarnos a desarrollar estrés, ansiedad e incluso depresión.
Cómo detectar si nos están aplicando la ley del hielo
Puede ser difícil detectarla (como el despido silencioso), ya que se suele ejercer de forma sutil. Por eso, es importante estar pendiente de si ha habido un cambio de comportamiento de nuestros superiores hacia nosotros, especialmente manifestado por el silencio y la indiferencia.
La orientadora Esther Martínez nombra una serie de acciones que podrían indicar que se está sufriendo la ley del hielo: “te asignan a un espacio que está físicamente aislado, tu jefe se dirige a ti a través de terceros, y no te incluyen en reuniones que son importantes en la toma de decisiones”.
Cómo actuar frente a la ley del hielo
Martínez explica que, lo primero que hay que hacer, es preparar un plan “para salir de ahí”. Que nos apliquen esta estrategia de manipulación no depende de nosotros, pero la experta aclara que lo que sí es cosa nuestra es “buscar ayuda para trabajar esa incomodidad, desarrollar mucha inteligencia emocional y ver que eso no es un resultado tuyo”.
En este sentido, apunta que “la actitud, el ambiente de trabajo y las decisiones corporativas, no dependen de ti”, por eso, el mejor consejo es centrarse “en lo que sí depende de ti”, como es buscar ayuda y gestionar nuestra confianza (para entender que esta situación no es nuestra culpa).