
De los creadores del “ghosting laboral”, hay otro fenómeno que se está viendo con frecuencia en los últimos años: el despido silencioso. Una “estrategia” que están siguiendo muchas empresas para deshacerse de los trabajadores sin ningún coste (más allá de abonarles el finiquito en caso de que haya conceptos pendientes de recibir).
¿Cómo es posible? Tal como explica la TEDxSpeaker Rosa Dichas en su perfil de LinkedIn, “el despido silencioso ocurre cuando una empresa utiliza tácticas sutiles (y a veces no tan sutiles) para hacer que un empleado se sienta incómodo, desmotivado o excluido en su lugar de trabajo, con la esperanza de que decida abandonar voluntariamente la empresa”.
Y, ¿cómo llevan a cabo este despido silencioso? Hay una serie de prácticas laborales y comportamientos que suelen repetirse en todos los casos. Todas ellas con la intención de desgastar psicológicamente al trabajador, desmotivarle o desprestigiarle profesionalmente, hasta llevarle al punto de querer dejar el trabajo.
Formas en las que pueden hacerte un “despido silencioso”
Estas son las prácticas más habituales que siguen las empresas para aplicar un despido silencioso a un trabajador.
- Sobrecarga de trabajo: darle más tareas al empleado, incluso sin el tiempo suficiente para que pueda ejecutarlas todas, con la intención de saturarlo.
- Reducir significativamente las tareas o funciones: al contrario de lo anterior, es quitarle funciones, lo que puede minar su moral o desmotivarlo. También puede pretender reducir su influencia y responsabilidad en la empresa.
- Falta de reconocimiento u oportunidades: negarle la posibilidad de ascender, aunque lleve años en la compañía; asignarle tareas por debajo de su experiencia o competencia; o no reconocerle los logros e, incluso, restarles importancia.
- Asignar tareas por debajo de la experiencia o competencias o apartarlo de reuniones estratégicas: viene a dejar fuera al empleado de la toma de decisiones.
- Recibir un feedback negativo constante y desproporcionado, sin oportunidad de mejora, o presiones emocionales.
- Aislamiento laboral: no solo consiste en apartar al empleado de reuniones importantes, sino de cualquiera que se celebre en la empresa, no comunicarle las decisiones que se toman o los proyectos que se están adoptando, no invitarlo a planes fuera del trabajo o sacarlo fuera de conversaciones, pueden ser otras formas de aislamiento.
- Cuestionar continuamente el desempeño del trabajador o lanzarle comentarios desmotivadores.
- Asignar metas ambiguas o inalcanzables, con el objetivo de generar frustración e inseguridad.
¿Qué gana la empresa con el despido silencioso?
Sobre por qué utilizan las empresas esta estrategia, al conseguir que el trabajador renuncie voluntariamente, no tienen que pagarle una indemnización por despido. Y, además, se evitan posibles reclamaciones legales (si un despido no cumple con los requisitos formales que se recogen en el Estatuto de los Trabajadores, ni se justifica por una causa legal, el trabajador puede reclamar para conseguir la improcedencia o nulidad del despido, dependiendo del caso).
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