
Las herencias suelen crear conflictos entre los herederos y uno de ellos (bastante común) aparece cuando fallecen los padres y la vivienda familiar se hereda entre varios hermanos. Unos quieren vender, otros alquilar y cuando no se llega a un acuerdo aparecen los problemas más graves que en muchas ocasiones se convierten en auténticas ‘guerras’ entre hermanos. Esto es lo que ha explicado en su blog el director y socio del bufete Vilches Abogados, Manuel Hernández García.
Señala que, en los casos en que la herencia sea fácilmente repartible, es sencillo llegar a un acuerdo entre los herederos. Pero ¿qué pasa cuando se trata de la vivienda familiar? Pues que la cosa cambia porque no puede dividirse de una forma sencilla. Así, el experto cree que los padres se equivocan cuando la casa va en la herencia y apunta a que lo mejor es venderla antes de fallecer y que se repartan el dinero.
Los problemas aparecen cuando el foco de la disputa se coloca no sólo en el uso (¿quién habita en la casa?) sino en la posible venta. Para ello, hay que consultar la ley, concretamente el artículo 392 del Código Civil que obliga a que todas las decisiones sobre la vivienda heredada se tomen de forma conjunta. Y es en este momento donde aparecen los desacuerdos, enfados y bloqueos.
“Las decisiones como vender, alquilar, reformar e incluso usar la vivienda se deben tomar de forma conjunta, y aquí es donde suelen empezar los problemas”.
Si uno de los herederos se niega, empiezan la tensiones
Los conflictos que suelen aparecer cuando se vende una casa, tienen todos que ver con el futuro de esta propiedad. ¿Qué se hace con ella una vez que los propietarios han muerto? Comienzan las tensiones cuando, por ejemplo, uno de los hijos quiere vender la casa y los demás se niegan.
O cuando alguno pretende alquilarla para sacar un dinero extra en forma de renta mensual. Otros, plantean la opción de residir en la vivienda y algunos prefieren no hacer nada con ella, dejándola vacía.
A esto hay que añadir los enormes gastos que genera una propiedad a la que no se le está sacando partido, como es el caso de las cuotas de comunidad, el pago del IBI (impuesto de bienes inmuebles) o las reformas.
Si se suma todo esto “hace que dejar una vivienda a varios herederos sea un gran error debido a que verse forzado a compartir la propiedad con hermanos, madrastras, padrastros o sobrinos es problemático”, como ha recordado el abogado especialista en Derecho de Testamentos y Herencias, Abel Martín, en una entrevista para Tarracogest.
¿Qué dice la Ley sobre el reparto de una vivienda entre varios herederos?
La Ley permite que cualquier copropietario pueda pedir la división de la ‘cosa común’, en este caso, la vivienda. Es decir, abandonar esa situación de copropiedad y pasar a ser independiente de sus hermanos. Esto aparece en el artículo 400 del Código Civil que asegura que ningún copropietario está obligado a permanecer en la comunidad y que podrá pedir que se disuelva.
Cuando esto sucede, normalmente lo que se hace es vender la vivienda y repartir el dinero entre las familias, aunque esto no sea lo más ideal en muchos casos.
Los expertos recomiendan redactar un testamento
Los abogados lo tienen claro, para evitar los conflictos entre hermanos por una herencia, lo mejor es que los progenitores hagan un testamento claro y específico en el que se contemplen alternativas viables para la casa.
Hay varias opciones válidas que se pueden tomar como por ejemplo dejar la vivienda a un hijo y al resto compensarles económicamente o dejar especificado que se venda y el dinero lo repartan entre todos. Otra de las medidas sería la de establecer un usufructo para el cónyuge y que la vivienda pase a ser nuda propiedad (tendrá que fallecer el propietario que quede con vida).
Es importante que se acuda a un notario o a un experto en últimas voluntades para que ayuden a redactar el documento. Porque es imprescindible especificarlo todo, con los casos concretos y de este modo evitar desgastes en las familias que pueden acabar en peleas.
“Una vivienda en herencia a varios hijos puede parecer una decisión justa pero si no se hace de forma planificada y cara, podrá generar muchos problemas”, concluye el abogado en su artículo.