Deja una herencia de 10 millones de euros y la justicia tiene que reconstruir un árbol genealógico para encontrar a los herederos

Las herencias suelen repartirse entre los descendientes directos de la persona fallecida, pero en ocasiones se desconoce incluso la existencia de un familiar lejano, y mucho menos que haya sido millonario. Eso fue lo que ocurrió con Joseph Stancak, quien durante años acumuló en silencio una gran fortuna de más de 10 millones de euros. Tras su muerte, se descubrió que no tenía herederos directos, lo que obligó a iniciar una investigación histórica para localizar a sus parientes más distantes y cambiar el destino de 119 personas que jamás imaginaron convertirse en beneficiarios de una herencia.

Según recoge el medio TN Joseph Stancak falleció el 23 de diciembre de 2016 a los 87 años y sin descendencia directa. No tenía esposa, hijos ni hermanos vivos, pero aun así dejó un patrimonio de 10 millones de euros (11 millones de dólares), convirtiéndose así, en la herencia más cuantiosa y sin reclamar de la historia del estado de Illinois y posiblemente del país entero.

Te puede interesar

Una familia se enfrenta en los tribunales por una herencia millonaria: el padre deja 6,8 millones de euros a unos hijos y a otros solo 380.000

Una tía excluye a su sobrino del testamento por proponerle mudarse a una residencia de ancianos: se queda sin 471.000 euros de herencia

Herencia millonaria de desconocido

Esta persona, había nacido en agosto de 1929, en el periodo de la “Gran Depresión” y era hijo de inmigrantes polacos, los cuales se habían casado en Nueva Jersey en 1909. La familia tuvo siete hijos en total, entre ellos Joseph, Mary, Paul, Anna, John, Helen y Frances. Solo dos de ellos, Anna y John, llegaron a casarse. Los demás vivieron sin formar familia.

Stancak llevó una vida modesta en un bungalow del barrio de Gage Park, en Chicago. Los vecinos lo describían como una persona tranquila, discreta y muy ahorradora y que se ocupaba él mismo del mantenimiento de su vivienda, la cual estaba valorada según este medio en 325.500 dólares (300.000 euros), y jamás mostró señales de poseer una gran riqueza.

El único detalle que podría haber hecho sospechar algo era un barco llamado “Easy”, pero aun así, a nadie se le paso por la cabeza que escondía una fortuna millonaria. La procedencia de los 10 millones de euros que dejó sigue sin aclararse, es decir, un misterio, ya que ni las autoridades ni financieros que llevaban sus cuente han conseguido averiguar de donde provenían su patrimonio y de como este se multiplicó a pesar de revisar su historial.

“Nadie sabe a qué se dedicaba ni cómo gestionó sus inversiones” declaró Rudy Quinn, presidente de la empresa Linking Assets Inc., al medio local Block Club Chicago. Tampoco se hallaron registros sobre su actividad laboral.

Herencia repartida entre desconocidos

Al ver que no había una descendencia directa, el dinero no se podía quedar así, por lo que la Justicia de Estados Unidos tuvo que investigar para reconstruir el árbol genealógico familiar de Stancak. El trabajo abarcó cinco generaciones e incluyó a descendientes repartidos por Estados Unidos, Polonia, Eslovaquia, Alemania, Reino Unido y Canadá.

“En mi despacho tengo un pergamino de cuatro metros y medio con todos los nombres. Atraviesa toda la habitación. Nunca he visto un caso tan complejo” explica Kenneth Piercey, el abogado encargado del proceso.

Finalmente, se llegaron a encontrar a 119 herederos, los cuales recibieron una parte proporcional de la herencia, es decir, que tras quitar impuestos, a cada uno le toco unos 60.000 euros. La mayoría residía fuera del país, lo que añadió dificultades logísticas a la distribución del dinero.