
En España, con datos de marzo de 2025, hay más de 3,4 millones de autónomos; trabajadores que en lugar de trabajar por cuenta ajena tienen su propia empresa o negocio. A pesar de que tienen más complicado conseguir financiación para comprar una vivienda en España, es una misión posible. De hecho, en los últimos años, son muchos los bancos (por no decir casi todos) los que han optado por habilitar la aprobación de hipotecas a estos trabajadores.
Es cierto que las entidades financieras suelen ser más cautelosas al evaluar solicitudes de trabajadores por cuenta propia debido a la variabilidad de sus ingresos. De ahí que, en ciertos casos, se pidan más informes, más demostraciones de solvencia y documentos que lo acrediten. De todas formas, si se cumplen con ciertos requisitos se puede aumentar las posibilidades de aprobación para la concesión de una hipoteca, bien sea para una vivienda o para comprar un local para el negocio.
Si se cumplen ciertos requisitos, los bancos ofrecen buenas hipotecas a los autónomos
Es más; buscando captarlos como clientes, algunos bancos lanzan ofertas hipotecarias que llegan a ser especialmente ventajosas para los autónomos. Sobre todo dado que la entidad logra computar los ingresos de estos trabajadores en sus políticas de riesgo.
Para hacerse con cualquiera de estas hipotecas, se requieren una serie de vinculaciones con la entidad bancaria elegida. Algunas, como puede ser la del banco Sabadell, no se les exige domiciliar ingresos, pero sí contratar el datáfono (ITPV) con su entidad. Con ello, los ingresos de los autónomos se gestionarán a través de la misma. También puede requerirse contratar el seguro de hogar y de vida.
El banco analizará el riesgo de conceder una hipoteca al autónomo
Claro que antes de todo esto, el banco analizará el riesgo de conceder una hipoteca (llegue a ser autónomo o no). Esto, lo hace teniendo en cuenta variables relacionadas con la estabilidad laboral y el esfuerzo que la cuota de la hipoteca va a suponer respecto a los ingresos. Por este motivo, conviene poner encima de la mesa toda la documentación que demuestre que se podrá afrontar el pago del préstamo mes a mes y no se pasará a ser un cliente de riesgo.
- Un dossier informativo para que conozcan a fondo el negocio. Es muy recomendable preparar un informe con todos los detalles de la actividad que se lleva a cabo. Un resumen de la historia del negocio, el currículum propio, una relación de clientes y proveedores, proyectos de futuro y demás datos que demuestren la estabilidad y las posibilidades de éxito.
- Última declaración del IRPF presentada. Hay que demostrar la situación fiscal del negocio.
- Modelos trimestrales de IVA e IRPF y resumen anual. Esto, como una ‘radiografía’ contable del negocio. Aunque no es imprescindible, presentar esta información dará una idea de la evolución de los ingresos y gastos.
- Capacidad de ahorro. Se puede demostrar presentando los movimientos de la cuenta corriente en los últimos meses, tanto la personal como la utilizada para la actividad. Así verán los gastos de la tarjeta, las domiciliaciones…
- Vida laboral actualizada. Con ella se consta la actividad propia a lo largo de los años y la antigüedad en el negocio actual.
- Últimos recibos de todos nuestros préstamos. Tanto personales como de empresa, leasings, pólizas de crédito… Es importante facilitar a la entidad estos datos para que realicen un análisis del nivel de endeudamiento como autónomo (si es que se tiene).
¿Cuánto tiene que declarar un autónomo para que le concedan una hipoteca?
La cuantía de los ingresos declarados por el autónomo es clave para poder determinar la cantidad económica que pueda obtener el profesional. Por norma general, cuánto mayores sean los ingresos declarados, se podrá acceder a una mayor cantidad de dinero en el préstamo, aunque para ello habrá que cumplir con los mencionados requisitos.
Con todo, las entidades financieras hacen uso del ratio de endeudamiento para poder realizar el cálculo de la cuantía del préstamo hipotecario que pueden conceder a un autónomo. A través de este indicador se realiza una evaluación de la proporción de los ingresos netos mensuales que se destinan al abono de las cuotas del préstamo y otros créditos. Según el Banco de España, lo más indicado es que este ratio no supere el 35% - 40% de los ingresos netos mensuales.
Desde los expertos de Housfy, la inmobiliaria online, recomiendan también no tener préstamos pendientes o tarjetas de crédito al límite: "Un perfil con pocas cargas y buen historial de pagos es más atractivo”. Además, si como autónomos tenemos una pareja o familiar con ingresos estables como asalariado, pedir hipoteca en conjunto puede aumentar las posibilidades y ayudar a conseguir mejores condiciones.