
Un ‘sin techo’ que dormía en el aeropuerto de Barajas ha abandonado su empleo después de dos semanas porque “era muy duro físicamente”. Un empresario asturiano decidió contratarlo para trabajar en su hotel después de verle en un programa de televisión. Salva Méndez, de 28 años, recibió la noticia con mucha ilusión y ganas de incorporarse cuanto antes.
No es la primera vez, como informa el periódico El Comercio, que este empresario ofrece un puesto de trabajo a personas sin recursos ni ingresos. “Un chico estuvo tres años trabajando aquí casi tres años después de la pandemia”, recuerda en declaraciones al medio asturiano. Pero esto no es lo que ha pasado con Salva que ha tomado la decisión de quedarse sin trabajo de nuevo y mudarse hasta Logroño, donde vive su pareja. “Él necesita otra clase de ayuda”, ha declarado.
Por su parte, Salva ha explicado la decisión que ha tomado porque “era muy duro físicamente y no tenía fuerza. La verdad es que cogí el puesto con ilusión y eso el empresario que me contrató lo sabe, pero tenía poco tiempo para descansar”, como ha confirmado a El Español.
La relación con su ex jefe es “muy buena”
La relación que mantiene con Fernando, su ex jefe y quien le contrató para sacarle de la complicada situación en la que estaba es “muy buena” como ha explicado en el medio antes citado “es buena persona y todo ha terminado bien entre nosotros”.
De hecho, siguen hablando a menudo. “Fue algo que hablamos, los dos nos entendimos”. Todo esto a pesar de que en redes sociales, concretamente en su perfil de Tiktok está recibiendo cientos de comentarios negativos. Pero él se lo toma con filosofía “sois mi risa personal número uno”.
“Se han difundido muchas mentiras sobre mi experiencia en el hotel y sobre mi situación personal”, explica a Infobae, aunque ahora está tranquilo “feliz y contento” junto a su pareja. Aunque, eso sí, reconoce que no se olvida de sus amigos y conocidos “que siguen durmiendo en el aeropuerto”.
Trabajó en el aeropuerto, donde también dormía
En una entrevista que salió a la luz durante el tiempo en que estuvo durmiendo en la Terminal 4 del Aeropuerto de Madrid Barajas reconoció que cuando se decidió a instalarse allí, lo hizo “por motivos de seguridad”. “Tiene videovigilancia y policía durante todo el día y al haber tantas empresas y tan variadas, pensé que sería posible que me contratasen. De hecho, estuve un tiempo trabajando en una hamburguesería”.
Sobre el ambiente que hay en Barajas, señala que “de todo, hay gente vulnerable de más de 65 años que ya no pueden trabajar, gente que no puede recibir ayudas, gente que podría reinsertarse en el mercado laboral y gente que tendría que estar en un centro de rehabilitación”.
Los motivos que han llevado a decenas de personas a dormir en Barajas, para Salva, están claros. La vida es muy cara y “es imposible vivir bien cuando los sueldos no mejoran y tampoco lo hace el precio de la vivienda y los servicios básicos”.