Los jóvenes tienen difícil el acceso a una vivienda. Es por eso que muchas veces los padres echan una mano a sus hijos en la compra de una casa. De estos casos surge la duda de si los padres van a comprar una vivienda a sus primogénitos, ¿es mejor ponerla del hijo, del padre o mejor a nombre de los dos? ¿En qué caso se pagan menos impuestos?
Que los padres compren una vivienda, o le den parte del dinero a los hijos, es cada vez una operación más común, sobre todo teniendo en cuenta que, según desvela un estudio de Fotocasa, los españoles retrasan la compra de una vivienda por el hecho de no tener dinero ahorrado. Pero los padres no siempre prestan el dinero a sus hijos, sino que puede darse el caso de que los progenitores pongan a nombre de estos una vivienda de la que ya son propietarios.
Según Álvaro Fernández Baert, abogado de Lean Abogados que ha sido entrevistado por El Confidencial, de entre todas las alternativas posibles a la hora de que los padres compren una vivienda para sus hijos, a nivel fiscal, la más rentable, generalmente, es la de realizar un préstamo personal al hijo, para que de este modo a la hora de firmar la compra venta de la vivienda la misma esté desde el primer momento a nombre de este.
Ventajas de prestar dinero a un hijo para comprar una casa y ponerla a su nombre desde el principio
Según el experto, una de las ventajas a nivel fiscal de optar por prestar el dinero a los hijos para que compren la casa, es que esta operación está exenta del pago del Impuesto sobre Transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITPAJD), y tendrá que pagar en contrapartida el importe relativo al Impuesto de transmisiones patrimoniales onerosas.
Esta operación, además, no tributaría en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRFP), siempre y cuando el préstamo hecho al hijo por parte de los padres no genere ningún tipo de intereses.
Otros gastos a tener en cuenta cuando se compra una vivienda
Cuando se compra una vivienda, el precio de la misma y los impuestos no son los únicos gastos a tener en cuenta, también hay que pagar el importe de realización de las escrituras ante notario y la inscripción en el Registro de la propiedad.
Si desde el principio se pone la vivienda a nombre del hijo, este cambio de titularidad tanto en las escrituras como en el Registro de la Propiedad no tendría que hacerse, ahorrándose el dinero relativo a ambos trámites.
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