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Un paseo en el Ferrari de su padre le sale caro y tiene que pagar más de 100.000 euros a Hacienda

El coche de su padre estaba matriculado en Bélgica para pagar el impuesto de circulación en su país.


Un Ferrari rojo
Un Ferrari rojo |Canva
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:

Los conductores tienen ciertas responsabilidades para poder circular con sus vehículos, como pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) o pagar el impuesto de circulación, y no hacerlo puede salir muy caro. Justo esto le pasó a un joven que decidió salir a dar un paseo con el Ferrari de su padre y la justicia le ha terminado condenando a pagar más de 105.000 euros a Hacienda. 

Según la información publicada en el medio finés Tekniikka & Talous, el joven estaba conduciendo el coche de su padre por una ciudad finlandesa cuando tuvo un accidente. Al mirar la documentación, las autoridades vieron que el mismo estaba matriculado en Bélgica y no había hecho frente al pago del impuesto de automóviles del país por el que circulaba. 

La fiscalía del país reclamaba que el conductor fuera “condenado por fraude fiscal agravado”, pese a que él más de una ocasión ha negado los cargos, asegurando que el coche no solía circular por el país. 

La justicia lo condena a pagar más de 100.000 euros a Hacienda

Tras años de litigios, el Tribunal de Apelación ha condenado al joven a pagar los más de 100.000 euros que se le reclamaban por daños y perjuicios. 

Durante los juicios, explicó que tan solo había conducido el coche en un par de ocasiones y durante distancias muy cortas, una incluso solo para sacarlo del garaje. Pero las declaraciones de una testigo fundamental inclinaron la balanza a favor de la fiscalía. 

Fue la propia mujer de su padre, la que explicó que pese a que solían visitar Bélgica en varias ocasiones, su domicilio realmente estaba en Helsinki (Finlandia) y que solían circular por el país siempre el clima lo permitía. 

De este modo, dejó claro que, pese a que no estaba matriculado por el país, sí que circulaba por el mismo, y no pagar el impuesto de circulación dejaba claro el fraude fiscal. 

La declaración de la mujer en contra el hijo, ha supuesto el divorcio de la pareja, ya que sus declaraciones le han costado al joven la condena de tener que pagar a Hacienda los 105.000 euros y un proceso judicial de casi 10 años.

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