Hasta cuándo se pueden reclamar los gastos de la hipoteca

La devolución de los gastos de la hipoteca por la compra de una vivienda, es un tema que está dando mucho que hablar en las últimas semanas, sobre todo en cuanto a su plazo. Hace tiempo que se consideró que algunos de los gastos cobrados por los bancos en relación a la hipoteca, eran abusivos y podían reclamarse, y la duda que ahora se plantea es ¿hasta cuando puede hacerse? 

Lo primero que hay que aclarar es que no todas las personas podrán reclamar los gastos de su hipoteca, estas reclamaciones son para las hipotecas firmadas antes de junio de 2019, ya que a partir de esta fecha entró en vigor la Ley de Crédito Inmobiliario y estos gastos ya no pueden cobrarse. 

Aquellas personas con hipotecas firmadas antes de esta fecha, y que hubieran pagado gastos de la hipoteca en relación con Registro de la Propiedad, gestoría, escritura o notario, podrán reclamarlos en la parte que le correspondan, siempre y cuando conserven las facturas de los pagos efectuados. 

Hasta cuándo pueden reclamarse los gastos de la hipoteca 

Una vez que se tiene claro cuáles son los gastos que se pueden reclamar al banco es cuando toca resolver la duda de ¿hasta cuando? Y es que este ha sido un tema a debate en el último mes, ya que en principio el plazo para reclamar los gastos finalizaban este mes de enero, y posteriormente los datos apuntaban a que el plazo se extendería unos meses más. 

Pero la realidad es, según una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que no hay un plazo máximo para reclamarlos, y es que según la interpretación de este tribunal, esta reclamación podrá hacerse cuando las personas hipotecadas conozcan que están afectados por una cláusula abusiva. 

Por tanto, a todas aquellas personas que firmaron su hipoteca antes de dicha fecha, les conviene revisar las condiciones en las que lo hicieron para comprobar si pagaron o no dichos gastos, y en caso afirmativo, interponer la oportuna reclamación a su banco, ya que podrían recuperar entre 1.500 y 3.000 euros de media. En el caso de que el banco se negará a la aceptación de la reclamación y no quisiera devolver el dinero, habría que acudir a los tribunales para reclamarlos.