¿Cuáles son los gastos asociados a una hipoteca y quién los paga?

La solicitud y formalización de la hipoteca implica pagar una serie de gastos, la mayoría a cargo del banco. En total, suponen sobre el 10% del valor de la vivienda.

¿Cuáles son los gastos asociados a una hipoteca y quién los paga?
Gastos asociados de la hipoteca
Esperanza Murcia

Contratar una hipoteca lleva implícito una serie de gastos. Desde la solicitud hasta la formalización del préstamo hipotecario hay que abonar una serie de costes que es importante tener en cuenta. El motivo es simple: hay que saber cuáles son para conocer exactamente a cuánto asciende económicamente la compra de una vivienda. 

De hecho, estos costes, conocidos como los gastos asociados de la hipoteca, representan sobre el 10% del valor del inmueble que se adquiere. Hay que sumar este porcentaje al 20% que los bancos no suelen prestar (la mayoría de entidades bancarias suelen financiar solamente el 80% de la vivienda), por lo que un cliente tendría que tener ahorrado alrededor del 30% de la propiedad inmobiliaria. 

Gastos asociados de la hipoteca

En la contratación de una hipoteca se deben asumir los siguientes gastos: 

Gastos de tasación

Desde el banco, exigen tasar la vivienda para conocer cuál es su valor. Esta tasación tiene que realizarla una asociación homologada y supervisada por el Banco de España. Por lo general, suele costar unos de 300 euros de media y se tiene que pagar en el momento que se solicita. 

Gastos de notaria 

Son los que se producen por la escritura pública de compra-venta de la vivienda. Es obligatorio siempre que se formaliza una hipoteca y debe hacerla un notario. Este, por ley, cobra unos aranceles regulados, aunque la cuantía variará dependiendo del importe del inmueble. A grandes rasgos, para un préstamo de 100.000 euros, según Kelisto, rondaría los 170 euros. 

Gastos de registro

La hipoteca, como ocurre con la casa, se tiene que inscribir en el Registro de la Propiedad. Esta inscripción está sujeta al pago de tasas, que varían dependiendo de las características de la hipoteca. Datos de Kelisto aseguran que para una hipoteca de 100.000 euros, de media se abonarían unos 650 euros. 

Aquí se debe incluir, también, la nota simple. Se trata de un documento donde se recogen las características de la vivienda y se solicita también en el registro. Desde ‘HelpMyCash’ avisan de que su coste es menos de 10 euros, pero si se deja que el banco sea el encargado de pedirlo, estos cobrarán más de 20 euros. 

Gastos de gestoría 

Son los honorarios que se lleva la gestoría por realizar trámites como la liquidación de impuestos. También se encargan de la escritura en el Registro de la Propiedad de la hipoteca. 

Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD)

Son los impuestos que hay que pagar al firmar una hipoteca. Su cuantía depende del importe de la misma y de la comunidad autónoma, oscilando entre el 0,5 y 1,5% de la responsabilidad hipotecaria. Es decir, la suma del capital que presta el banco, los intereses y otros gastos. 

Comisión de apertura 

Ningún banco suele cobrar más de un 1% del capital prestado. En algunas entidades, incluso pueden eliminar esta comisión. 

¿Quién paga los gastos de formalización? 

La nueva ley hipotecaria, que entró en vigor en 2019, establece qué gastos debe pagar el cliente y cuáles el banco. Así queda el reparto: 

  • Gastos del propietario: solo debe abonar los gastos de tasación y la nota simple. 
  • Gastos de la entidad bancaria: debe pagar los gastos de notaría, la inscripción en el registro, el coste de la gestoría y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD). 

Posibles gastos adicionales de la hipoteca 

A los anteriores, se pueden sumar otros gastos. Estos varían dependiendo de la entidad bancaria, no son fijos, pero sí son recurrentes. Se trata de los siguientes: 

  • Cuotas mensuales: es la cuota que se paga mes a mes para devolver el préstamo. Se incluyen los intereses impuestos por el banco por el dinero prestado. 
  • Comisiones: hay que pagarlas en algunas operaciones. Las más comunes son por la apertura de la hipoteca, por la amortización del préstamo (cuando se paga el préstamo o parte del mismo antes de lo previsto), o por la novación de la hipoteca. 
  • Productos asociados: para beneficiarse de unas condiciones, es frecuente que el banco obligue a la contratación de un producto. Los más habituales son seguros o planes de pensiones. 

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