Una pareja de Alemania alquila un apartamento para pasar nueve días de vacaciones en Kühlungsborn, un municipio de Alemania, pero lo que se encuentran no tiene nada que ver con lo prometido.
Pero no es todo, encima ya venían de cancelar sus vacaciones de un crucero por el río Rin, que era su plan inicial. Este era el plan B, decidido a última hora, pero lo que se encontraron era tan penoso que casi mejor era quedarse sin vacaciones.
Las fotos del apartamento arrendado no correspondían con lo que luego se encontraron en la realidad. Dieron a conocer los hechos no solo por un vídeo, sino porque escribieron directamente una carta al director del medio alemán Nordkurier.
Pagaron 1.550 euros por el apartamento
Lo peor: ya habían pagado 1.550 euros por pasar 9 noches allí. Se llevaron una gran decepción, según cuentan en la citada carta. En la pequeña cocina, la placa se anunciaba (según el portal web donde alquilaron la vivienda) como de inducción, pero tardaba en calentarse mucho más de lo normal.
Además, el baño no tenía espejo y el agua de la ducha, según explican, salía muy mal. El balcón, sucio y lleno de ceniza de cigarro, tanto en el suelo como en la mesa, haciéndolo "desagradable sentarse allí".
En el dormitorio solo se podía acceder a la cama doble, por un lado, siempre que fuera agachado: el somier, roto, y el colchón, hundido, además de haber solo una sábana.

El armario era tan pequeño que tenían que “vivir con las maletas”
"El armario era tan pequeño que vivíamos parcialmente con las maletas, la ropa de cama del tercer y cuarto huésped estaba guardada en la cómoda de la sala", describieron para el citado medio alemán.

Aunque su reclamación principal fue por el precio de alquiler, ya que era demasiado alto para las condiciones reales del apartamento, las cuales estaban a años luz de las que se describían en el anuncio.
Finalmente decidieron no quejarse más del apartamento para evitar más disputas.