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Un casero toma la justicia por su mano y consigue echar al inquilino moroso en solo un día con este método que nadie esperaba

Aunque logró recuperar su vivienda en solo un día, el propietario se arriesgó a ser sancionado por tomarse la justicia por su mano.


Una persona saliendo de casa con una maleta
Una persona saliendo de casa con una maleta |Canva
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:

Una de las preocupaciones más frecuentes para los propietarios de viviendas alquiladas es que el inquilino deje de pagarles el alquiler. Y es que en estos casos, los caseros pueden verse en largos procesos legales para poder desalojarlos. Cuando se da un caso de impago y el inquilino se convierte en ‘inquiokupa’ la frustración de los caseros puede llevarlos a tomar decisiones drásticas, como el caso de este propietario que decidió cortar el acceso a los baños de su vivienda para forzar la salida del arrendatario moroso. 

Marc había alquilado su estudio de 18 metros cuadrados en París durante años a estudiantes, siempre con buena experiencia y sin retrasos en los pagos. Sin embargo, todo cambió cuando, en lugar de a estudiantes, alquiló la vivienda a un trabajador, tal y como recogen desde el medio francés ‘Figaro Inmobilier’.

Su nuevo inquilino le aportó nóminas aparentemente en regla y no levantó sospechas en un primer momento, pero con el paso de los meses, Marc descubrió que los documentos eran falsos y que el único ingreso real del inquilino provenía de la ayuda social. 

Tras recibir el pago de la primera mensualidad del alquiler de 740 euros, su nuevo inquilino dejó de pagar, y pese a que intentó ponerse en contacto con él en distintas ocasiones y por diferentes vías, los resultados fueron inútiles. 

Una reacción arriesgada fruto de la desesperación 

Ante la falta de respuesta y la imposibilidad de contactar al inquilino, el propietario recurrió a diversas asociaciones para informarse sobre los trámites de desahucio. Todas le advirtieron de que se trata de un proceso lento en advertirle sobre la lentitud del procedimiento, especialmente durante la moratoria invernal de desalojos en el país. 

Tras cinco meses, y con una deuda acumulada de unos 3.000 euros, el casero, desesperado, tomó una drástica medida: cambiar las cerraduras del baño y la ducha, que estaban en el rellano y eran de uso exclusivo del inquilino.

La medida, aunque ilegal, surtió efecto y al día siguiente el inquilino se puso en contacto con él, y tras una breve discusión, recogió sus pertenencias y abandonó la vivienda, dejando las llaves en el fregadero.

Podría haber tenido graves repercusiones legales 

Desde el medio, recogen que, en Francia, según la Agencia Nacional de Información sobre la Vivienda (ANIL) “tomar la justicia por su mano siendo casero es completamente ilegal”. Louis de Merle, jefe del departamento jurídico de la ANIL, explica que el propietario que actúa de esta forma asume responsabilidades civiles y penales, y que el Código Penal francés castiga la entrada ilegal en la vivienda alquilada con hasta un año de prisión y una multa de 15.000 euros.

En este caso concreto, aunque el contrato era nulo por el uso de documentación falsa por parte del inquilino, el riesgo para el propietario seguía existiendo. No obstante, Marc recuperó su vivienda, pero no pudo cobrar los alquileres atrasados, al no haber seguido el procedimiento legal establecido.

¿Qué habría pasado en España?

Al igual que en nuestro país vecino, el casero no podría haberse tomado la justicia por su mano y debería haber seguido el proceso legal para un desahucio por impago. 

De igual forma, la Constitución Española, señala que el domicilio es inviolable, por lo que el casero tampoco podría entrar en la vivienda para tomarse la justicia por su mano. 

Por otro lado, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) recoge que el casero tiene la obligación de mantener la vivienda en condiciones de habitabilidad, por lo que cortar el acceso, como ha hecho el propietario en este caso, también sería contrario a la ley.