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Un casero amenaza con desahuciar a su inquilina por cuidar niños en la vivienda alquilada: la comunidad de vecinos los quiere fuera por ser una fuente de ruido y molestias

La comunidad de vecinos acordó que la inquilina tenía que dejar de cuidar niños en la casa y el casero le ha advertido a la inquilina que si no cesa su actividad tendrá que abandonar la vivienda.

4 niños sentados en un sofá
4 niños sentados en un sofá |Envato
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:
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Los caseros que alquilan sus viviendas pueden iniciar un proceso de desahucio por motivos habituales como el impago del alquiler o el incumplimiento del contrato. Sin embargo, en ocasiones, las causas pueden ser mucho más inesperadas. Es lo que le ha ocurrido a una niñera que ha sido amenazada con el desalojo por cuidar a varios niños en su domicilio y el motivo no es otro que el ruido y las molestias que supuestamente causan los menores. 

Según la información publicada por el medio francés Figaro Inmobilier Nathalie, ha sido amenazada con el desalojo por parte del propietario de la vivienda que alquila. La razón es que la presencia de niños genera ruidos y molestias para los vecinos, lo que, según el administrador del inmueble, infringe el reglamento de la comunidad.

El conflicto se originó tras una junta general de la comunidad de vecinos, celebrada a finales de septiembre, en la que se acordó solicitar a Nathalie el cese de su actividad cuidando niños en la vivienda. 

Los estatutos de la comunidad prohíben estas actividades

Aunque el administrador de la comunidad argumenta que esta labor constituye una profesión liberal, la preocupación principal expresada por los vecinos se centra en el impacto acústico de la presencia regular de menores.

“El cuidado de niños, incluso en casa, se considera una ocupación que implica la presencia regular de niños y, por lo tanto, se percibe potencialmente como una fuente de ruido o molestias”, explicó un portavoz de la Inmobiliaria de la Cuenca de Ginebra (IBG), encargada de gestionar el edificio.

La normativa interna de la comunidad, aprobada en 2002, prohíbe ejercer profesiones liberales dentro de los domicilios, pero los afectados no reclaman el desalojo directo. “No pedimos que esta mujer se vaya; pedimos que no ejerza su actividad [...] en el condominio”, añadió el administrador.

Nathalie lleva a cabo su trabajo desde casa, cuidando a cuatro menores, el número máximo permitido por la normativa francesa para esta actividad. Según los padres que confían en ella, ha intentado mantener la convivencia vecinal en equilibrio. “Incluso hizo que los padres que acudían a su residencia firmaran una carta de respeto por las instalaciones y la vida en comunidad”, relató Oriane, madre de uno de los pequeños.

Pese a ello, el propietario ha emitido una notificación formal en la que advierte que, si no cesa la actividad antes del 31 de diciembre, deberá abandonar la vivienda.

¿Infringe realmente la ley?

Desde el punto de vista legal, en Francia, el argumento del ruido no basta para justificar un desalojo, y es que las alegaciones de molestias deben estar respaldadas por pruebas concretas. Así lo estableció el Tribunal de Casación al señalar que el cuidado de niños en casa “sigue siendo una actividad familiar y no es incompatible con la cláusula de vivienda del contrato de arrendamiento”, siempre que no cause una “perturbación anormal”.

Además, según Valentin Simonnet, abogado del Colegio de Abogados de París, las niñeras “no son comerciantes, ni artesanos, ni profesionales liberales”por lo que su trabajo no altera la finalidad residencial de la vivienda

Ante la amenaza de desalojo, Nathalie aún no ha decidido si tomará acciones legales. Por el momento, ha comenzado a buscar una nueva vivienda donde poder trabajar sin enfrentamientos con la comunidad de vecinos.