
Lo normal es jubilarse una vez en la vida. Ese momento tan esperado donde por fin se puede dedicar el 100% del tiempo a lo que queramos. Pero, para Jillian Johnsrud, este prometido retiro después de una larga trayectoria profesional no es suficiente. Y, por eso, a sus 42 años, ya se ha “mini jubilado” 12 veces. Y las que le quedan.
¿Qué significa esto de “mini jubilación”? Según Johnsrud, que trabaja como coach y vive en Kalispell (Montana), se trata de una pausa de un mes o más en la que te alejas de tus responsabilidades diarias para centrarte en una actividad para la que normalmente no tendrías tiempo. En su caso, ha aprovechado para hacer viajes por carretera, viajar al extranjero, remodelar su casa, plantar un huerto y asistir a un programa de terapia intensiva ambulatoria de salud mental.
En noviembre de 2024, se tomó un mes libre de su trabajo para aprender a bailar tango, gastándose unos 1.000 dólares en clases y asistiendo a un festival. “Si lo haces como un estilo de vida, es muy enriquecedor y gratificante”, afirma al medio ‘CNBC’, donde explica que, a diferencia de las vacaciones, que pueden ser demasiado cortas o a veces son muy activas para relajarse de verdad, estos “mini retiros” ayudan a “desconectar mental y emocionalmente y a relajarse más profundamente”.
Cómo “mini jubilarse” si eres trabajador asalariado
Johnsrud explica que ella puede “minijubilarse” con frecuencia porque es autónoma. En el caso de las trabajadoras asalariadas, estas “mini jubilaciones” pueden ser de tres tipos: pedir unas vacaciones prolongadas a la empresa actual, tomarse un tiempo extra antes de empezar un nuevo trabajo o darse un respiro mental si alguna vez nos encontramos inesperadamente en paro.
También aclara que estos “mini retiros” no tienen por qué estar planificados al detalle ni ser caros, sino que basta con tener una idea clara o un enfoque. Asimismo, recomienda tener preparada una maleta de viaje para un tiempo de entre 4 y 6 semanas, así como el dinero suficiente para cubrir ese periodo en el que no se está trabajando.
En este sentido, José Diego González, socio y planificador financiero de CameronDowning, explica a la ‘CNBC’ que no hay nada malo en echar mano de los ahorros para gastar “en algo divertido”, siempre y cuando se siga conservando un fondo para emergencias ni se desvíen los objetivos financieros a largo plazo, como la jubilación y la estabilidad financiera.
Al respecto, añade que para un año sabático se puede gastar, como máximo, entre el 10% y el 15% de los ahorros no destinados a la jubilación, y contar en el fondo de emergencia con entre tres y seis meses de gastos cubiertos. En caso de estar en paro, recomienda reservar dinero adicional para pagar el seguro médico y crear un plan de reincorporación al mercado laboral para la vuelta.
“Siempre estoy muy contenta de haberlo hecho”
Johnsrud se tomó su primera “mini jubilación” con 24 años, cuando ella y su marido ya no tenían deudas y habían ahorrado sus primeros 100.000 dólares. Ese año, tras sufrir un aborto espontáneo, decidió que necesitaba hacer un viaje para despejarse, que le costó unos 2.500 dólares. “Fue una experiencia increíble”, detalla.
Su objetivo ahora es “mini jubilarse” al menos una vez al año y tiene un pódcast, llamado “Retire Often Podcast” donde explica cómo hacerlo. Hasta el momento, lo único que lamenta es no haberlo hecho antes: “Siempre sale bien, y siempre estoy muy contenta de haberlo hecho”, concluye.