
A sus 63 años, un antiguo empleado del gobierno estadounidense cuenta con una pensión de 95.000 dólares anuales (85.495,72 euros de pensión al año) y unos ahorros de 100.000 dólares (89.995,50 euros). A pesar de tener esta buena pensión y de tener una buena cantidad de ahorros, el protagonista tiene que hacer frente a una hipoteca de hasta 240.000 dólares (es decir, debe unos 215.989,20 euros por su casa). Él piensa contrarrestar este panorama, vendiendo la casa y alquilando el resto de su vida. “Soy soltero y no quiero estar solo a medida que envejezco”, explica. Su mayor preocupación ya no es solo financiera, sino humana: la compañía.
Su situación no es nada rara en Estados Unidos, ya que muchas personas se jubilan sin haber terminado de pagar sus viviendas. Según datos del censo de Estados Unidos, más del 38% de los hogares encabezados por mayores de 65 años aún tenían una hipoteca en 2023.
¿Es viable su plan de jubilación? Esto dicen algunos expertos
Consultado por MarketWatch, el planificador financiero Joe Favorito fue claro: “Con una pensión de 95.000 dólares, más el Seguro Social, podrías pagar las facturas básicas como inquilino. La cuestión es tu presupuesto discrecional”. Es decir, todo dependerá de en qué y cuánto quiera gastar.
Por su parte, Anthony Ogorek, de Ogorek Wealth Management, le avisa de que sin conocer los gastos reales “es imposible responder a su pregunta”. Ambos coinciden en que lo primero es realizar un análisis exhaustivo del dinero que le queda para la jubilación y un promedio de los que gastará en esta época de su vida.
En opinión de Alonso Rodríguez Segarra, de Advise Financial, la venta de la casa puede aportar una liquidez muy necesaria, siempre que no se consuma rápidamente: “Como dices, venderás tu casa, lo que te permitirá tener efectivo para invertir. Lo importante es no empezar a consumir el dinero de la venta, si no saber cuánto gastas cada mes y no exceder la cantidad que recibes mensualmente de tu pensión”.
¿Deber con 63 años es vivir por encima de las posibilidades?
Uno de los aspectos más controvertidos es la deuda. Según Ogorek, llegar a la jubilación con una hipoteca tan elevada podría sugerir una gestión deficiente: “Podrías estar viviendo por encima de tus posibilidades”.
Los asesores recomiendan no improvisar. “Buscar un planificador financiero certificado (CFP) puede ayudar a diseñar un plan detallado para tu dinero, tus inversiones y tus impuestos”, aconseja Segarra. Estos profesionales, según recuerda, están obligados a actuar en beneficio del cliente y no a vender productos con comisiones.
Coste del asesoramiento financiero: ¿merece la pena?
Los precios de este tipo de servicios varían: entre 150 y 450 dólares por hora, o tarifas por proyecto que oscilan entre 1.500 y 7.500 dólares, dependiendo de la complejidad. Aunque no es barato, puede ser una inversión clave para quienes no tienen margen de error.
Con su pensión fija, sus ahorros moderados y una gran deuda pendiente, este jubilado afronta un dilema común para muchos en su situación: cómo garantizar que el dinero le alcance sin renunciar a su calidad de vida. Y, más allá del cálculo financiero, su inquietud va más allá: “Quiero alquilar para estar rodeado de gente. No quiero estar solo”.