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En Europa conservamos los coches de gasolina o diésel más tiempo que nunca, hasta más de 12 años y los eléctricos, apenas 3,6

Pese a los objetivos climáticos, la transición hacia el coche eléctrico avanza a un ritmo más lento del esperado, lo que hace que los conductores tarden más tiempo en cambiar su coche de gasolina


Coches en Madrid
Varios coches circulando por Madrid. |EFE
Redacción Noticiastrabajo
Redacción Noticiastrabajo
Fecha de actualización:

La electrificación del parque automovilístico avanza en Europa, con la prohibición prevista de vender coches de combustión desde 2035. Aun así, según un estudio reciente de la consultora S&P Global, el cambio de hábitos entre los conductores está siendo desigual.  

Y es que, mientras los propietarios de los que son coches de gasolina o diésel conservan sus coches una media de 12,5 años, los que poseen vehículos eléctricos los sustituyen cada 3,6 años.  

O lo que es lo mismo; el estudio revela que los conductores conservan sus vehículos durante más tiempo que nunca, una tendencia especialmente marcada en el caso de los modelos de combustión, sean gasolina o diésel, que como media, conservan su vehículo casi 12 años y medio. 

Los elevados precios de compra, la inflación y la incertidumbre de los coches eléctricos empuja a postergar su renovación 

Detrás de esto confluyen varias causas. El primero, que los precios de los coches nuevos siguen en niveles históricamente altos, con un precio medio de 42.000 euros, lo que empuja a muchos a postergar la renovación de su vehículo. A ello se suma una inflación persistente, que en el caso de España acumuló un 15,2% entre 2020 y 2023. En paralelo, la incertidumbre sobre el coche eléctrico también influye mayoritariamente.  

El temor a la degradación de las baterías también juega un papel clave. Sustituir una batería puede costar entre 7.000 y 15.000 euros, un riesgo que muchos consumidores prefieren trasladar a las empresas de alquiler a largo plazo. Esto explica por qué la rotación de los vehículos eléctricos es mucho más alta que la de los de combustión. 

Es cierto que en el norte de Europa la tasa de eléctricos se disparó en los dos últimos años, una demanda no tan real que se apoyaba en las generosas subvenciones que llegaban desde Bruselas, que financiaban cada coche eléctrico que se ponía en circulación con entre 5.000 y 6.000 euros. 

Pero lo que ocurre, también, es que las marcas han descubierto que a día de hoy la fabricación y venta de coches eléctricos hace un agujero en sus presupuestos, pues las ingentes inversiones llevadas a cabo en investigación y desarrollo para lanzar este tipo de vehículos no encuentran retorno en los concesionarios, pues el desplome de precios de Tesla los ha dejado sin margen de beneficios. 

España e Italia, con 14 años, tienen el parque de automóviles más envejecido 

En el territorio europeo, como decimos, la media es de 12,5 años. Una cifra que es más baja porque en Alemania y Francia, los dos mayores mercados del automóvil en Europa, apenas se sobrepasa la década.  

En el otro lado de la lista, España, Italia y todo el resto de Europa tienen el parque móvil más envejecido. Aunque los casi 14 años españoles están lejos de los más de 17 años de Grecia, compartimos con esos países que la cuota de mercado en la compra de coches eléctricos es muy baja, apenas un tercio de la media europea. 

¿Es demasiado viejo un coche con 10 años o más? 

Sobre esto, hay que mencionar que más de la mitad del valor de un coche se evapora en los primeros cinco años de propiedad. Nada más llega al concesionario, de hecho, ya pierde algo de valor. Y un vehículo no deja de depreciarse hasta que choca contra ese muro de los 10 años.  

Entonces, la buena noticia en la búsqueda de ese coche de una década es que su valor restante se irá diluyendo muy lentamente. 

Así, y a medida que avanza a lo largo de la línea de vejez de un coche, la pregunta clave es: ¿costará más mantener el coche funcionando de lo que se va a depreciar? Aunque los hay que proporcionan estimaciones de fiabilidad, la mayoría de las veces es una tirada de dados. Al comprar un coche usado que tiene 10 años o más, significa que las principales preocupaciones son el precio de compra y la fiabilidad

Es importante decir que no debemos pagar más de lo que realmente vale ese coche de 10 años, así como elegir un coche con una sólida reputación de fiabilidad (Toyota, Honda, Lexus…). Ningún coche es demasiado viejo si cumple con esas reglas.  

Por último, cabe recordar que cuesta más mantener y reparar ciertas marcas que otras. Por ejemplo, cambiar las bujías o el embrague en un Mercedes Clase E de 2001 costará más que en un Ford Focus del mismo año. Esto, porque los Mercedes Clase E, considerados desde siempre como vehículos de lujo, incorporan componentes más complejos y de mayor calidad, lo que a su vez implica que sus piezas de repuesto sean más caras y difíciles de encontrar.  

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