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Un trabajador en estado grave después de trabajar una jornada laboral de 110 horas en un conocido banco

Los trabajadores más jóvenes tuvieron una subida de horario y dos de ellos tuvieron que ser hospitalizados, un tercero fue despedido por bajar la productividad.


Ambulancia.
Médicos en una ambulancia atendiendo a un paciente. |Envato
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:

Un conocido banco para inversores situado en Medio Oeste obligó a sus empleados más jóvenes a trabajar con una jornada laboral de 110 horas semanales. El exceso de trabajo y el estrés hicieron que dos de ellos fuesen hospitalizados y uno de ellos recibió una carta de despido por bajar el rendimiento al incorporarse a su puesto.

Según el NYPost los trabajadores más jóvenes del Robert W. Baird, una de las entidades bancarias con más rendimiento en Estados Unidos (EEUU), se quejaron cuando comenzaron a trabajar 20 horas al día. Dijeron que en muchas ocasiones, los jefes les regañaban cuando dejaban sus puestos después de “pasar toda la noche en vela”, según declararon en exclusiva al Wall Street Journal. 

Cuando comenzaron los problemas más serios, los de salud, se dio a conocer un informe con varios incidentes ocurridos en los últimos años. En este documento se apuntaba que al menos dos jóvenes trabajadores, Carter McIntosh y el ex analista de datos Leo Lukenas, murieron cuando se les pasó a trabajar unas 100 horas semanal.

En primero falleció a causa de una sobredosis de drogas (no se especifica cuáles) y el segundo, por un trombo. Al conocerse estas dos historias, la Inspección de Trabajo arrancó un estudio con el que controlar que se incluían limitaciones a las horas de trabajo y que los empleados podían disponer de tiempos de descanso. 

Los médicos acreditan que el exceso de jornada laboral perjudica la salud de los trabajadores

Los empleados de Baird comenzaron a denunciar las condiciones laborales en las que estaban, así como malos tratos (en el ámbito del trabajo) por parte del banco. Dos ex trabajadores del área industrial, por ejemplo, fueron hospitalizados y de estos dos, uno ya había pedido ayuda al departamento de Recursos Humanos.

El otro es el que presentó una insuficiencia pancreática, y los médicos que le atendieron aseguraron que era fruto de una jornada laboral de más de 20 horas diarias. Cuando fue a incorporarse a su puesto de trabajo, encontró que sus jefes habían tomado la decisión de despedirlo. ¿El motivo? Una bajada de su rendimiento, según destaca el Journal.

Inmediatamente, otros empleados compartieron sus testimonios. Los superiores les regañaban cuando se ausentaban de sus puestos durante 5 minutos sin avisar antes. 

Los gerentes del banco animaron a los empleados a presentar sus quejas

Los gerentes hablaron con los miembros de la plantilla más afectados a los que animaron a presentar sus quejas durante una asamblea pública. Los ex trabajadores señalaron que de manera casi continua, los jefes rompían las reglas con las que se ponían límites a las horas trabajadas. Estas, en el caso de los júnior, eran 80.

Después de estas quejas, y en una comida de empresa, los gerentes sugirieron que los empleados deberían mejorar su rendimiento. “No nos quejamos para que no noten que estamos débiles o para evitar las críticas del personal superior que en muchas ocasiones nos decían que en sus carreras habían vivido condiciones más duras”. 

En redes sociales, este caso también se ha hecho viral hasta el punto de que Aaron Heaney, el responsable de poner horarios demasiado exigentes, ha sido despedido.

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