Conseguir un empleo cuando se llega a cierta edad es prácticamente misión imposible. Las puertas del mercado laboral se van cerrando poco a poco para los desempleados sénior. Aunque cuentan con una mayor experiencia que los jóvenes, tener más de 50 años en el DNI dificulta el que las empresas se decanten por este perfil profesional. Esto es algo que ve a diario Francisco Álvarez, técnico en orientación laboral, que centra su actividad tanto en los perfiles veteranos como en los jóvenes y que cuenta con una gran actividad de asesoramiento para desempleados y opositores en LinkedIn.
Mejorar el currículum, preparar entrevistas de trabajo, comprender las diferencias entre los distintos contratos… la agenda de Álvarez es un no parar. Y aunque en muchas ocasiones el resultado es positivo, el alma cae a los pies cuando escucha “la entrevista ha ido bien, pero creo que no me van a coger porque quieren gente más joven”. Esto es lo que se conoce como ‘edadismo’ y es una realidad a día de hoy.
En una entrevista concedida a NoticiasTrabajo ha realizado un repaso de su día a día, de sus preocupaciones y de las necesidades a paliar en esta vorágine que es el mercado laboral español.
Cómo influyen las nuevas tecnologías en el empleo sénior
“Las tecnologías, la inteligencia artificial y los nuevos empleos que surgen, están poniendo patas arriba nuestro sistema laboral y la franja de edad de 45 -50 años se está viendo seriamente afectada”, asegura Álvarez. Recuerda el caso de una persona con más de 20 años de experiencia “y un currículum perfecto en el sector de la alimentación”. Se presentó a una vacante para las que llevaba todas las de ganar.
Pero no salió como esperaba. Aunque pasó el primer proceso y fue llamado a la entrevista de trabajo, sus sensaciones revelaban que esta empresa quería personal más joven. “También he atendido a chicas con más de 40 años que han trabajado de dependientas en comercios y a las que ahora nadie selecciona”.
Aunque hay esperanza. El rayito de luz se llama formación. Es fundamental actualizarse a diario, ya que “si tienen más conocimientos podrán optar a empleos más cualificados. Si carecen de ellos, el problema será mayor. España está recibiendo mucho dinero de Europa con los Fondos Next Generation, que sirven para poner en marcha talleres o Programas de Empleo y Formación”. “ Estas medidas pueden ser adecuadas a corto plazo, pero no dejan de ser un parche”.
La experiencia laboral afecta a la contratación de mayores… y de jóvenes
El edadismo existe en el mercado de trabajo, y se ve de dos formas: por exceso y por defecto. La experiencia laboral la que tiene el bastón de mando que hace que algunos empleadores se decanten por unos perfiles o por otros. “Hay algunas profesiones a las que es muy difícil acceder en caso de que no se haya trabajado antes en un puesto similar, y en estas los jóvenes tienen un problema. Pero por otro lado, hay empresas que buscan trabajadores de menor edad y ahí los mayores están vetados”.
Esta discriminación por edad existe “y choca frontalmente con el alargamiento en la vida laboral de los trabajadores, que ahora tenemos que jubilarnos a los 67 años, ¿cómo es posible que una persona con 47 años a quien le quedan todavía 20 de vida laboral pueda ser despreciado para según qué trabajos?”.
Los jóvenes eligen trabajar en extranjero por el ‘salario emocional’
La salida de los jóvenes al extranjero, en busca de mejores oportunidades laborales, es lo que se conoce como fuga de talentos. Una situación que se da “porque fuera, determinadas cualificaciones profesionales tienen mejores condiciones laborales. No hablamos sólo de dinero, sino de salario emocional”. Esto es “sentirse valorados por la empresa, tener oportunidades para promocionar profesionalmente y acceder a ventajas sociales”.
En España, con la subida de la inflación (y a pesar del incremento del Salario Mínimo Interprofesional) cada vez es más complicado emanciparse. “Es imposible comprarse una casa, un coche o formar una familia con los sueldos actuales”, señala Álvarez. Algo que en la UE no pasa. “La renta per cápita es más alta y aunque el coste de vida es mayor, las cuentas salen y se puede ahorrar”.
“La Formación Profesional es un gran acierto”
Francisco Álvarez se declara partidario de la Formación Profesional que, con la nueva Ley, ha experimentado mejoras. “Se ha creado un sistema de unidades de competencia y módulos que es acertado pero que, al mismo tiempo, genera confusión. Haría falta más celeridad a la hora de obtener el reconocimiento de las unidades de competencia y expedición de certificados profesionales”.
Sobre la FP Dual, resalta que “ha sido un gran acierto y veo positivo que se estén impulsando nuevas titulaciones, pero también que hay otras que tienen poco sentido”. Esto sería una magnífica herramienta si fuera de la mano de la orientación en los IES. “Habría que entrar en esta otra parcela de diagnóstico de vocaciones profesionales, información del mercado laboral o asesoramiento sobre cualificaciones con más demanda”.
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