Tres empleados logran 120.000 euros netos por ser víctimas de prestamismo laboral: “a tu empresa se la pueden liar”

Hay situaciones laborales muy comunes que, realmente, están castigadas por el ordenamiento español. Y una de ellas es la cesión ilegal de trabajadores, también conocida como “prestamismo laboral”. Esta viene regulada en el artículo 43.2 del Estatuto de los Trabajadores, que recoge las situaciones en las que se estaría incurriendo en esta cesión ilegal.

Estos casos son cuando el objetivo de los contratos de servicios entre las empresas “se limite a una mera puesta a disposición de los trabajadores de la empresa cedente a la empresa cesionaria, o que la empresa cedente carezca de una actividad o de una organización propia y estable, o no cuente con los medios necesarios para el desarrollo de su actividad, o no ejerza las funciones inherentes a su condición de empresario”. 

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Para entenderlo en la práctica, el abogado laboralista Ignacio de la Calzada, más conocido como ‘Un tío legal’ en redes sociales, ha expuesto el caso real de tres trabajadores a los que les ha conseguido una indemnización de 120.000 euros netos (40.000 para cada uno). “Prestaban servicios para una empresa de servicios auxiliares, por llamarle de alguna forma, y estaban trabajando para otra empresa. ¿Qué podía existir aquí? Trabajaban como el personal de la empresa principal bajo las órdenes de estos, entre otras cosas, pero la diferencia era que los sueldos de la empresa eran muy altos y los suyos muy bajitos”. 

Y aquí se ve el rasgo principal de la cesión ilegal de trabajadores: “Básicamente es ceder trabajadores de una empresa a otra para la prestación de servicios, evidentemente a un precio muy inferior. Y lo que pasa es que esta empresa cedente pues lo único que hace realmente es estar en el contrato”. 

Qué puede pasar si existe cesión ilegal de trabajadores

Según explica el abogado Ignacio de la Calzada, a las dos empresas le pueden poner “una multa bastante gorda, porque la cesión ilegal se multa de forma muy muy contundente por la Inspección”. Además de esto, señalando que es el “quid de la cuestión”, si se diera la razón a los trabajadores, estos podrían reclamar la incorporación a la plantilla de la empresa principal, con lo que tendrían un trabajo con el sueldo de esta, que suele ser mucho mayor. 

En este caso, al interponer los trabajadores la demanda por prestamismo laboral, dos de los tres fueron despedidos. Motivo por el que también impugnaron el despido. “Cercano a la fecha de juicio, se llega a un acuerdo por cantidades muy muy superiores, pero mucho, a lo que sería el despido improcedente, porque pedíamos la nulidad del despido y que le readmitieran. Y después irnos al juicio de cesión ilegal”, señala. 

En este sentido, hay que recordar que los trabajadores cuentan con la garantía de indemnidad, que impide que las empresas puedan ejercer cualquier tipo de represalia hacia los trabajadores, como puede ser un despido o un cambio en sus condiciones de trabajo, por el hecho de haber solicitado o disfrutado de sus derechos laborales o haber presentado una reclamación judicial o administrativa (como ocurrió en este caso).

“En esa situación se valoró si volver al trabajo sería buena idea, si se podría ganar el juicio de nulidad, que tampoco era fácil. Y en caso de que se ganara y volviéramos a la empresa, luego tendríamos el otro juicio, el de cesión ilegal, que también os aseguro que son juicios muy complicados donde las empresas menos la verdad, van a decir de todo”, continúa explicando De la Calzada.

A pesar de ello, conscientes de que podían conseguir la nulidad y que podían provocar un “efecto llamada”, la empresa les hizo una oferta, que fue aceptada por los trabajadores: “Con antigüedades de un año y dos, pues se han ido con 40.000 euros netos cada uno en el bolsillo. Pueden buscar otro trabajo, tienen el desempleo y, al final, a mirar adelante, que es lo importante. Por ese motivo, las empresas pagan tanto, porque una sentencia de ese tipo habría hecho un efecto llamada en todo el resto de empleados. Muchas veces se paga mucho dinero, mucho, teniendo en cuenta antigüedades tan pequeñas por evitar este tipo de juicios”. 

Por ello, el abogado laboralista ha querido terminar con un aviso a todos sus seguidores, la mayoría trabajadores: “si hay prestamismo laboral, a tu empresa se la pueden liar”, animando a los empleados a denunciar este tipo de situaciones.