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Despiden a una mujer por negarse a jubilarse a los 65 años y la justicia dice que es discriminatorio: indemnización de 98.000 euros

La empleada fue sustituida por un hombre más joven tras rechazar dejar su puesto, según determinó la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo.


Despiden a una mujer por negarse a jubilarse a los 65 años
Despiden a una mujer por negarse a jubilarse a los 65 años |Envato
Francisco Miralles
Fecha de actualización:

Aunque la normativa establece una edad ordinaria de jubilación, esta indica simplemente la edad a partir de la cual se puede acceder a la pensión, y no debe confundirse con una obligación legal de retirarse del mercado laboral. De hecho, en países como España o Estados Unidos no existe, con carácter general, una edad de jubilación forzosa, ya que imponerla iría en contra de la normativa sobre igualdad y no discriminación. Sin embargo, algunas empresas aplican prácticas que, en la práctica, presionan a sus trabajadores para que se retiren al alcanzar dicha edad. Eso fue lo que le ocurrió a una empleada de 65 años en Luisiana (Estados Unidos), despedida tras comunicar su intención de continuar trabajando. Poco después, su puesto fue ocupado por un hombre en la treintena. La Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) consideró el caso como discriminación por edad, y la empresa fue condenada a pagarle una indemnización de 105.000 dólares (alrededor de 98.000 euros).

Según recoge el medio Business Insider, la mujer había trabajado durante más de 20 años en la empresa J&M Industries como agente de compras. Al acercarse a los 65 años de edad comenzó a recibir preguntas bastante insistentes por parte de uno de los responsables sobre su fututo fin de su vida laboral. “¿Cuándo vas a jubilarte?”, “¿Por qué no lo haces al cumplir 65?” o “¿Qué motivo tienes para seguir trabajando?”, fueron algunas de las cuestiones planteadas, según recogió la demanda.

Cuando expresó a cada pregunta su intención de seguir trabajando, la empresa le comunicó que la función que realizaba en su puesto de trabajo iba a ser eliminado por “incertidumbre económica”. A pesar de los motivos de la empresa, la realidad es, que un mes después contrataron a un hombre más joven para realizar las mismas funciones, lo que contradecía los motivos esgrimidos para el despido.

Debido a los argumentos de este despido, la EEOC llevó el caso ante el tribunal federal del distrito este de Luisiana, argumentando que el despido constituía una vulneración de la Ley contra la Discriminación por Edad en el Empleo (ADEA), que protege a personas mayores de 40 años frente a decisiones empresariales basadas exclusivamente en su edad.

La empleada solo quería seguir trabajando más allá de los 65 años

La demandante, que decide mantener el anonimato al medio, explicó que “fue devastador ver cómo mis años de esfuerzo eran ignorados. No pedía nada más que seguir trabajando”. Desde la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC), el abogado regional señalo la trascendencia del caso explicando que “las empresas deben recordar que la discriminación por edad está prohibida. Este acuerdo es un paso hacia la igualdad en el ámbito laboral”.

Por su parte, la empresa defendió que el despido no se debió a la edad de la empleada, sino a un proceso de “planificación de sucesión”, alegando que el nuevo trabajador contratado desempeñaba funciones “más amplias”. No obstante, la EEOC consideró que existían indicios suficientes de que la decisión estuvo motivada por prejuicios relacionados con la edad, especialmente tras comprobar que el cargo fue ocupado por un hombre más joven con tareas similares, apenas semanas después de comunicar la “eliminación” del puesto.

Tras escuchar a las partes, el caso se resolvió mediante un decreto de consentimiento por el que J&M Industries se compromete al pago de 105.000 dólares a la extrabajadora, en concepto de salarios atrasados y daños compensatorios. Además, la empresa deberá tomar medidas de concienciación y formación para que esta situación no vuelva a darse en un futuro, por lo que deberá presentar informes periódicos durante tres años a la EEOC para acreditar el cumplimiento de la normativa.

“Este tipo de resoluciones no solo compensan a la persona afectada, sino que envían un mensaje claro al entorno empresarial sobre la necesidad de respetar los derechos de los trabajadores de mayor edad”, reiteró Sustaita, reforzando la posición del organismo frente a las prácticas discriminatorias en el mercado laboral estadounidense.

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