Un agricultor encuentra 4.000 millones de euros en oro en su jardín y el Estado dice que “todo lo que hay bajo tierra es de su propiedad”

En los jardines de casa podemos encontrar de todo, pero lo que nadie espera encontrar es un tesoro que pueda hacerte multimillonario. Michel Dupont, agricultor de 52 años y residente en la región de Auvernia, descubrió accidentalmente un yacimiento de oro en su propiedad valorado en 4.000 millones de euros. Este descubrimiento ha sido considerado uno de los mayores de la historia reciente en Francia. Sin embargo, la alegría le ha durado bastante poco, ya que la legislación francesa establece que todo lo que hay en el subsuelo es propiedad del Estado, lo que ha paralizado cualquier intento de extracción hasta completar los estudios ambientales exigidos.

El descubrimiento se produjo cuando Dupont caminaba junto a un arroyo en su finca y observó un brillo inusual en el agua. Al remover la tierra, localizó fragmentos de oro. Unas paladas bastaron para revelar una veta cuyo volumen podría superar las 150 toneladas, según informaciones recogidas por la revista Daily Galaxy.

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Al encontrar este semejante volumen de oro, Dupont corrió la voz. Pero así como se enteraron especialistas en la materia, también lo hicieron representantes del Gobierno, que se personaron en la finca para notificar al agricultor la suspensión temporal de cualquier actividad minera, a la espera de una evaluación oficial de los posibles riesgos medioambientales.

Lo que hay bajo tierra es propiedad del Estado

Según establece la normativa de Francia, todos los recursos del subsuelo no pertenecen a los propietarios del terreno, sino al Estado. Esto hace que Michel Dupont no puede iniciar una explotación minera por iniciativa propia, aunque el yacimiento se encuentre en su parcela.

Antes de autorizar cualquier proyecto, el Gobierno debe llevar a cabo pruebas técnicas y estudios de impacto ambiental, tal y como exige la normativa sobre protección del patrimonio natural. El objetivo es evitar daños irreversibles al ecosistema, especialmente en zonas rurales o de alto valor ecológico.

Dada la magnitud del hallazgo, las opiniones son dispares entre los habitantes del pueblo y los distintos actores implicados. Por un lado, colectivos ecologistas han mostrado su preocupación por los efectos que una actividad minera a gran escala podría tener sobre el entorno. Por otro, existen quienes piensa que esta es una oportunidad que generaría riqueza y cientos o miles de empleos así como revitalizar una región envejecida.

“Amamos nuestro campo por su tranquilidad”, declaró un vecino. “Espero que todo esto no altere nuestra vida diaria”, añadió, reflejando el temor de muchos habitantes ante un posible cambio radical en el estilo de vida local.

Este caso recuerda al proyecto de extracción en la Guayana Francesa, donde el descubrimiento de un importante yacimiento de oro también provocó una fuerte disputa entre ecologistas y empresas interesadas. El proyecto, que aspiraba a convertirse en la mayor mina de oro primaria del país, fue finalmente bloqueado por el Tribunal Administrativo de Apelación de Burdeos, debido al alto riesgo medioambiental.