
Hay personas que hacen largas carreras dentro de una empresa con el objetivo de jubilarnse en ella. Sin embargo, todo puede torcerse si, a pocos años de la jubilación, nos despiden y, además, por hechos en los que no hemos participado. Esto es precisamente lo que le ha ocurrido a Catherine Antoine, una trabajadora de Carrefour Alma en Rennes, Francia, que, tras más de 41 años en la misma empresa, fue despedida el pasado mes de noviembre, a solo un año de su jubilación. El despido disciplinario, según la empresa, se debe a una falta grave: haber hecho un comentario negativo en una herramienta interna de evaluación de la satisfacción del cliente, una acusación que ella niega categóricamente.
Según una entrevista concedida a Télégramme, en la carta de despido se acusaba a Catherine de haber publicado, el 21 de agosto de 2024, una calificación de 0/10 a Carrefour, acompañada de un comentario en el que criticaba los “precios elevados” y la “mala presentación de los productos culturales y televisivos”. Para la dirección, esta acción iba en contra la reputación de la empresa y vulnera el reglamento interno, que prohíbe comportamientos que puedan dañar la imagen de Carrefour.
A pesar de las acusaciones, la trabajadora lo rechaza de forma tajante y asegura que ella no ha escrito ese comentario en cuestión. “Yo nunca uso Internet”, declaró, respaldada por varios compañeros y por Benjamin Gouézigoux, delegado de la CGT en el hipermercado (un sindicato francés), quien afirma que la dirección todavía no ha presentado pruebas que demuestren la existencia ni la autoría del mensaje.
No es un hecho aislado
Al parecer, este no es el único problema que se produce dentro de la empresa, especialmente en el sector de cultura. El pasado mes de julio, los representantes de los trabajadores enviaron una alerta denunciando las condiciones de gestión en este departamento. Según la CGT, Catherine Antoine, conocida por su firmeza y determinación, habría sido señalada por su papel activo en estas reivindicaciones.
En señal de protesta, varios empleados detuvieron su actividad el 22 de noviembre y se manifestaron frente al establecimiento, denunciando lo que consideran una injusticia.
Despedida a un año de su jubilación
Desde su despido, Catherine Antoine asegura al citado medio estar viviendo un auténtico calvario: “No duermo por las noches, he vuelto a fumar. Me siento perdida”. Había comenzado a planificar su jubilación, pero esta decisión repentina la ha sumido en una profunda incertidumbre. Recordemos que la edad de jubilación en Francia se sitúa en los 62 años.
El medio ha intentado ponerse en contacto con Carrefour, pero la misma no ha querido pronunciarse al respecto. Ahora, Catherine Antoine estudia interponer una denuncia para que el despido sea considerado nulo o en su defecto improcedente, ya que considera que los hechos son infundados.
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