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Se derrumba gran parte de su vivienda y el seguro no se hace responsable: “vivimos como si estuviéramos en una tienda de campaña”

El seguro de la casa no se quiere hacer responsable, ya que los daños no fueron repentinos, sino progresivos, por lo que tienen que vivir a la interperie.


Parte frontal de la casa derumbada
Parte frontal de la casa derumbada |Cagnotte Leetchi
Francisco Miralles
Fecha de actualización:

El seguro de la vivienda está destinado a protegerla de los riesgos que pueda sufrir, tanto en el continente, que es la vivienda en sí, como en el contenido, que serían los muebles o electrodomésticos, entre otros. Pero, a veces, el seguro no quiere hacerse responsable y se escuda en excepciones para no pagar los arreglos. Un caso es el de la familia de Saint-Pierre-d'Entremont (Orne), la cual se ha visto obligada a abandonar su casa y vivir como si estuvieran en “una tienda de campaña”, después de que la parte frontal de su casa se derrumbara el pasado 22 de diciembre.

La caída de esta estructura ha dejado inhabitable una parte de la casa, sin que el seguro cubra los daños al considerar que no se debieron a un evento “repentino”. Por esta razón, esta familia lleva más de tres meses desde que se derrumbó parte de su vivienda a la interperie. Nicolas y Coraline explican para Actu.fr cómo fue ese escalofriante episodio “Al principio, pensamos que había un tornado bajo nuestras ventanas”.

En ese momento, ninguno de los dos sabía qué estaba pasando, pero la parte delantera de su casa empezó a derrumbarse como un castillo de naipes. Aunque tanto la pareja como su hijo de cuatro años resultaron ilesos, este hecho pudo haber acabado en una desgracia, ya que los daños fueron importantes.

Debilitada, la casa tuvo que ser declarada como inhabitable durante más de un mes y el alcalde emitió una orden de peligro, prohibiendo a cualquiera persona poner un pie en ese edificio de piedra.

El seguro no se hace cargo

Una vez garantizada la seguridad del edificio, Nicolas y Coraline han tenido que adaptarse a una vivienda a medias. Una parte de la casa sigue inutilizable, lo que les ha obligado a reorganizarse. “Es como estar en una tienda de campaña en nuestra propia casa”, explican. Para ello, han habilitado una especie de cocina y han colocado separaciones en el interior para evitar el acceso a la zona derrumbada.

“No nos queda otra, tenemos que seguir adelante” y continúan diciendo, “nunca imaginamos que uno de los muros se vendría abajo, no había ninguna grieta”, explican. El gran problema vino cuando la aseguradora no quiso hacerse cargo del siniestro y tampoco ofrece otro tipo de cobertura. Tras reunir toda la documentación necesaria para solicitar la indemnización “siempre faltaba algún papel”, y la pareja se llevó una desagradable sorpresa cuando el seguro rechazó la reclamación, alegando que el derrumbe no fue repentino, sino progresivo, es decir, que se pudo haber evitado, pero no hicieron nada.

El seguro de la casa solo le dio 1.000 euros por una compensación comercial, nada más, lo que es una cantidad muy inferior a lo que reclaman, que eran unos 18.000 euros que costaba la reconstrucción. Ante esta situación, la familia se ha visto obligada a firmar el presupuesto de la obra sin disponer del dinero suficiente. Para ayudarles, un familiar ha puesto en marcha una colecta online, que hasta la fecha ha conseguido reunir 1.605 euros.

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