Logo de Huffpost

Un hombre de 79 años jubilado vuelve a abrir su tienda: “nadie me iba a contratar y mi pensión no era suficiente”

Colin Lane empezó a cobrar su pensión de jubilación pero se dio cuenta de que no era suficiente para poder cubrir todos sus gastos, así que decidió regresar a su empleo.


Trabajadores mayores de 55 años.
Dos trabajadores del programa de empleo para mayores de 55 años en una tienda. |The Guardian
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:

Un jubilado de 79 años de Reino Unido, Colin Lane, ha vuelto a reabrir su negocio porque con la pensión que estaba cobrando no le llegaba para los gastos básicos de vivienda y alimentación. Hace dos años decidió volver a buscar trabajo pero no conseguía nada “por mi edad, tenía 77 años y nadie me iba a contratar”. Por eso, tomó una decisión que, de momento, le va bastante bien a pesar de la crisis económica global y la guerra de Ucrania que han hecho bajar las ventas.

En un reportaje publicado en The Guardian, Lane reconoce que estaba pasando una jubilación tranquila, un tiempo en el que se fue a vivir a Portugal aunque luego regresó a Reino Unido donde tomó la decisión de abrir de nuevo su taller. “No necesito el dinero completo de las 18 horas a la semana que paso trabajando, pero he podido comprarme un coche”. “Necesitaba salir de casa, ¿y qué mejor excusa?”. Ahora aporta un ingreso extra y “mi mente está activa, así como mi cuerpo y espero que sea por mucho tiempo”.

Conoce otros jubilados que han hecho lo mismo “muchos han decidido dejar de jubilarse y seguir trabajando” y uno de los motivos principales ha sido el deterioro de la economía, las pensiones más bajas y un coste de la vida muy elevado

“He vuelto a trabajar y ahora soy un novato”

Igual que Colin Lane, Andy Barnard también ha contado su historia al medio antes citado. En este caso, tiene 62 años y trabaja en una pequeña tienda local de la que era cliente. Un día, viendo que estaba ya retirado pero necesitaba ganar un sueldo aparte de la pensión, el gerente le preguntó por qué no empezaba a trabajar con ellos.

“Llevo ya cinco semanas ¡soy un novato!”. Empezó a trabajar como cajero y luego pasó a talleres o almacenes. “Hago de todo durante mi jornada laboral”, que es de 16 horas a la semana. 

Está en buena forma física porque su vida laboral ha estado en la obra, donde ha trabajado al menos 45 años como albañil. Por eso, al principio, le costó ponerse al frente de los sistemas informáticos. “Todos hacen bromas y cuando llegan los clientes de siempre se paran a charlar conmigo”. 

Gracias a este dinero extra que ingresa trabajando, puede ayudar a su madre (con la que vive) y mantener a sus cuatro perros. “Así no tengo que echar mano de mis ahorros”, ha explicado.

Su empresa, la Cooperativa Lincolnshire, está llevando a cabo un programa para la reinserción laboral de trabajadores de más de 55 años. Estos forman el 27% de una plantilla de 2.900 personas. Para ellos, eso sí, hay condiciones especiales como horarios flexibles y un proceso de selección a distancia.

Se jubiló de forma anticipada pero no ingresaba suficiente dinero

Alan Bremner, otro de los protagonistas del reportaje de The Guardian, tiene 57 años y vive en Glasgow, donde decidió pedir la jubilación anticipada. Su puesto de trabajo estaba en la compañía de seguros Zurich, aunque con la pensión no le llegaba para pagar sus gastos y tuvo que llamar a su antiguo jefe.

“Gracias al sueldo que cobraba, me quedaron dos pensiones y aunque me dieron muchos consejos financieros al final decidí dejar de cobrar una de ellas y pasar a tener un salario”. Ahora, ha reinvertido los fondos de la pensión que, pensaba, “serían suficientes para tener ingresos por lo menos hasta los 60 años”.

Pero llegó una crisis económica a nivel mundial con la invasión de Ucrania y sus planes se vinieron abajo. “Las pensiones estaban invertidas en Bolsa, y se desplomó, a lo que hay que sumar la subida de la inflación”. “Además, no estaba haciendo nada especial durante mi jubilación, no habíamos ido de viaje y sólo estaba en un proceso de relajación”.

Por eso empezó a trabajar en Zurich donde pasa dos días a la semana elaborando informes de siniestros. Su jefe, Steve Collinson, está orgulloso de su trabajador más veterano. “Pensamos que el trabajo flexible es el antídoto para frenar la salida de los trabajadores de más edad, pero también es perfecto para animar a los que dudan si unirse a nosotros”.

Otras noticias interesantes

Lo más leído