Alerta de la Guardia Civil a todos los conductores de España: están registrando desde ya el depósito de gasolina en los coches

La DGT en colaboración con la Guardia Civil lanzan diferentes campañas de control a lo largo del año, dirigidas a mejorar la seguridad vial y el cumplimiento de la normativa por parte de los conductores. Si hace poco veíamos que la Guardia Civil estaba revisando la tapa de la gasolina en los vehículos, ahora le ha tocado el turno al propio combustible. La Guardia Civil está registrando los depósitos de los coches para comprobar el tipo de combustible que se utiliza. En concreto, lo que los agentes de Tráfico están analizando es el posible uso de gasóleo agrícola, el cual es ilegal y puede acarrear importantes sanciones.

Es cada vez más común ver como algunos conductores hacen uso de este carburante bonificado de forma ilegal debido a su bajo coste. Este combustible está subvencionado, por lo que tiene un precio mucho menor que el del diésel normal, pero está destinado solo y exclusivamente a maquinaria agrícola. Es decir, los turismos convencionales no pueden utilizarlo.

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Hasta 30 céntimos más barato que el diésel convencional

Uno de los causantes del incremento de su uso fraudulento es el precio del diésel normal, que aunque este último mes ha vuelto a bajar, sigue estando muy por encima del precio del gasóleo agrícola. La diferencia de coste puede llegar hasta los 30 céntimos por litro, lo que ha motivado que algunos conductores no autorizados a utilizarlo en sus vehículos particulares y lo conviertan en su gasoil de uso diario.

En este sentido, los agentes de la Guardia Civil han intensificado sus controles sobre el combustible de los vehículos, que consisten en solicitar a los conductores la apertura del depósito de combustible y extraer una muestra para analizarlo.

Cómo es el combustible agrícola y qué ley lo regula

El combustible agrícola, también conocido como gasóleo bonificado o gasóleo B, es un tipo de diésel especialmente destinado para usos en actividades agrícolas, ganaderas, forestales y pesqueras. Se diferencia del diésel habitual (gasóleo A) tanto en su composición química como en su aspecto y fiscalidad.

La Ley de Seguridad Ciudadana y la normativa fiscal respaldan el permiso para que los agentes puedan llevar a cabo controles sobre el uso de combustible agrícola (o marítimo en determinados casos). El uso indebido de este tipo de gasóleo se considera una infracción de carácter fiscal, no de tráfico, por lo que no implica la retirada de puntos del carnet de conducir en caso de sanción. La legislación autoriza a los agentes a efectuar las inspecciones necesarias para prevenir y detectar posibles fraudes.

El gasóleo agrícola se distingue fácilmente gracias a su característico color rojo, un tinte añadido en las gasolineras para diferenciarlo del diésel convencional. Este color puede quedar impregnado en el depósito y las tuberías del vehículo incluso tras repostar combustible normal. Si no se aprecia visualmente, las autoridades tienen la posibilidad de realizar análisis de laboratorio para identificar componentes químicos propios del gasóleo subvencionado.

Multas de hasta 6.000 euros

Aquellos conductores que sean ‘cazados’ utilizando gasóleo agrícola sin estar autorizados se enfrentan a multas que pueden llegar a los 6.000 euros, en función del volumen del fraude.

Además, las estaciones de servicio que suministren este tipo de combustible a vehículos no autorizados también pueden ser sancionadas. Estas inspecciones tienen como objetivo asegurar el uso correcto de las ayudas al sector agrícola y proteger tanto los fondos públicos como la competencia leal entre consumidores.