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El Gobierno de España sella con la OTAN un techo del 2,1% del PIB en Defensa y descarta la meta del 5%

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acaba de anunciar el nuevo acuerdo en La Moncloa.


Pedro Sánchez en La Moncloa
Pedro Sánchez en La Moncloa |EFE
Antonio Montoya
Fecha de actualización:

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado en La Moncloa que España y la OTAN han llegado a un acuerdo que fija el gasto militar nacional en torno al 2,1% del Producto Interior Bruto (PIB). "Respetamos el deseo legítimo de otros países de aumentar su inversión en defensa, si así lo quisieran, pero nosotros no vamos a hacerlo", comenzaba su intervención el presidente.

"No hay que llegar al 5% del PIB", declaró Sánchez, insistiendo en que "un 5% del PIB de gasto en defensa sería desproporcionado e innecesario". El pacto se firmó a las puertas de la cumbre aliada que arranca esta semana en La Haya y ofrece a Madrid margen presupuestario para cumplir los objetivos de capacidades sin comprometer los servicios públicos.

Sánchez recordó que la Alianza evaluó “cuántos recursos debe destinar cada país, porque los aliados son muy diferentes” y, según las últimas proyecciones, España necesitará un 2,1 % del PIB para responder a los riesgos actuales. "Eso no nos haría más seguros" destaca el presidente, aclarando que sí se elevará al 5%. El jefe del Ejecutivo defendió que el reto no es gastar más, sino "gastar mejor", orientando los fondos a "crear de una vez por todas el ejército común europeo" y evitando desembolsos que "no nos harían alcanzar ninguno de esos objetivos".

Aumentar al 5% del PIB supondría “cruzar todas las líneas rojas"

El presidente expuso tres motivos para rechazar la referencia del 5%. Primero, el impacto económico: llegar a ese nivel exigiría, según los cálculos del Gobierno, 350 000 millones de euros adicionales hasta 2035, algo que provocaría un “aumento del déficit público» y obligaría a recortar pensiones o subir impuestos. ”El 5% de gasto en defensa sería incompatible con nuestro estado de bienestar", advirtió. Segundo, la senda seguida hasta ahora: el Ejecutivo pasó “de un 0,2 % al 2 % aproximadamente” y considera que subir tres puntos más sería “cruzar todas las líneas rojas" y devolver al país “a la pesadilla de los recortes”. Tercero, la convicción de que la seguridad debe complementarse con diplomacia: el acuerdo, afirmó, ”es un éxito" porque la humanidad necesita “mucha más seguridad pero también mucha más diplomacia”.

El pacto fue recibido con satisfacción en los ministerios de Defensa y Hacienda, que ven garantizada la estabilidad inversora sin comprometer la financiación de la sanidad, la educación o la transición digital. La oposición conservadora valoró el cumplimiento de los estándares de la OTAN, aunque pidió un calendario más detallado; mientras, varios analistas recordaron que cada décima de PIB en Defensa equivale a unos 1 600 millones de euros y que la prioridad ahora es ejecutar el presupuesto ya aprobado, modernizar programas y reforzar la industria nacional.

Con la ratificación de este entendimiento, España se mantendrá en la senda del 2 % acordada por la OTAN en 2014, incrementará progresivamente hasta el 2,1 % a partir de 2027 y consolidará su contribución a la seguridad europea sin sacrificar el Estado del bienestar. "La clave es proteger a la ciudadanía con responsabilidad fiscal y eficacia militar. El 5 % no es la respuesta", termina Sánchez.