
El Banco Central Europeo (BCE) ha reducido este jueves los tipos de interés en 25 puntos básicos, situando la facilidad de depósito en el 2%, su nivel más bajo desde diciembre de 2022. Esta medida, adoptada por el Consejo de Gobierno, marca el inicio de un cambio en la política monetaria de la eurozona tras una etapa prolongada de tipos elevados.
Esto supone una buena noticia para los propietarios de viviendas, ya que afectará de forma positiva a las cuotas de su hipoteca. La tendencia, como ya se avisaba hace unos días, está siendo a la baja en estos últimos meses.
Suavizar las condiciones financieras
El recorte anunciado afecta a las principales herramientas de política monetaria del BCE. El tipo aplicado a las operaciones de refinanciación se sitúa ahora en el 2,15%, mientras que la facilidad marginal de crédito baja al 2,40%. Esta modificación refleja una estrategia orientada a suavizar las condiciones financieras en un contexto de inflación a la baja y desaceleración económica.
Según el BCE, la decisión responde a la evolución de los datos macroeconómicos y a una confianza creciente en la convergencia de la inflación hacia el objetivo del 2%. La presidenta de la institución, Christine Lagarde, ya había anticipado en declaraciones recientes la posibilidad de iniciar una etapa de relajación monetaria, iniciada formalmente con esta bajada de tipos.
Evolución desde 2024 y expectativas
Desde junio de 2024, el BCE ha reducido a la mitad el tipo de depósito, que llegó a alcanzar el 4% en 2023 en respuesta al repunte inflacionario derivado del encarecimiento energético y las disrupciones globales. Esta es la primera reducción tras varios trimestres de estabilidad, y podría no ser la última si continúan los signos de enfriamiento económico.
Los analistas prevén que este giro en la política monetaria se mantenga siempre que los precios sigan moderándose. No obstante, el BCE ha reiterado que las futuras decisiones dependerán de los datos disponibles y de los riesgos inflacionarios derivados de factores externos, como los precios del petróleo o las tensiones geopolíticas.
En qué afecta a las familias y a las empresas
Esta reducción de tipos podría aliviar las cargas financieras de empresas y familias, especialmente en lo relativo al coste de los créditos e hipotecas. Sin embargo, los efectos no serán inmediatos y dependerán de cómo reaccionen los mercados financieros y las entidades bancarias.
Los gobiernos europeos han acogido positivamente la medida, ya que puede facilitar la inversión pública y privada en un momento en que muchas economías del continente muestran síntomas de desaceleración. Por otro lado, algunos expertos advierten de los riesgos de actuar con excesiva rapidez, especialmente si la inflación repunta.