
La bajada de precio del aceite de oliva en los supermercados es ya una realidad y el precio actual no tiene nada que ver con el que tenían hace un año. Con una calidad excelente, el aceite de oliva virgen extra (aove) español, se posiciona entre los mejor valorados del mundo. Una condición que podría tambalearse cuando el cliente encuentra grumos blancos dentro de las botellas o garrafas en los lineales o en las despensas de las casas. Entonces llega la pregunta. ¿Es seguro llevarlo a casa y consumirlo?
Cuando una botella de aceite de oliva está almacenada en una zona fresca, es normal que aparezcan pequeños grumos blancos en el fondo. No quiere decir que estuvieran ahí cuando se compró o llegó al supermercado procedente de la almazara. Simplemente, se han formado apareciendo de la nada. Lo primero que suele pensarse es que el aceite de oliva se ha puesto malo y que debería ir a la basura, pero siempre queda la duda.
¿Hay que tirar el aceite de oliva con grumos blancos?
Los grumos blancos en el aceite no significa que esté malo, por tanto, no habrá que tirarlo. Es normal en el momento en que la temperatura empieza a bajar y el oro líquido se ha congelado. Es decir, ha pasado de ser líquido a sólido.
Ahora surge la duda. Si el agua empieza a congelarse con temperaturas bajo cero, ¿por qué en el caso del aceite de oliva es diferente? Y por qué se congela haciendo grumos y no en bloque como los cubitos de hielo?
La respuesta es muy simple, aunque parece contradictorio. Cuando se habla de congelación normalmente se está haciendo referencia al agua o a cualquier líquido pero al asociarla con alimentos sólidos o viscosos este concepto cambia.
Y en el aceite de oliva, al congelarse, se forman grumos de color blanco. Esto es por su textura grasa. Pero, cuidado, porque no todas las grasas se congelan igual y se aprecian diferencias importantes en la mantequilla y en los aceites, por ejemplo.
El motivo por el que aparecen grumos en el aceite de oliva
El aceite de oliva, a diferencia del agua, está compuesto por moléculas que se congelan a temperaturas diferentes. Esto depende de muchos factores aunque el principal es el tipo de aceituna con la que se ha elaborado, lo que da diferentes tipos de ácido, y dentro de estos, los triglicéridos.
Como hay muchos diferentes en el aceite de oliva, se aprecian varios tiempos de congelación, a temperaturas que no es la misma en todos los casos. Por eso aparecen los grumos blancos en el aceite. Algunos se congelan y otros no y se van formando los grumos.
Cómo evitar que se formen grumos blancos en el aceite
Los grumos blancos en el aceite de oliva tienen solución, pero también se pueden prevenir. El secreto es subir la temperatura del entorno en el que se encuentran de modo que los grumos blancos se derritan. Si se quiere consumir en crudo, en ensaladas, por ejemplo, lo mejor es usar al baño María (calentarlo en agua templada).
Y una vez que no hay grumos, se puede consumir con normalidad. Ahora, ¿es mejor guardar el aceite en un sitio cálido? La respuesta es que no, debe estar en lugares frescos y secos, en la despensa.
Por último hay que aclarar que no aparecen grumos en todos los aceites de oliva. La razón es que algunos fabricantes buscan prevenirlos y por eso cambian las proporciones de los ácidos grasos que solidifican a temperaturas más elevadas.