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Este país europeo da una lección contra el tabaquismo y España se lleva el gran tirón de orejas

El Gobierno sueco frena la prohibición española de alternativas al cigarrillo y desafía el plan estrella de Sanidad.


El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez |Getty
Francisco Miralles
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Bruselas se convierte en el nuevo campo de batalla de la lucha contra el tabaquismo en Europa y pone contra las cuerdas al Ministerio de Sanidad y a su titular, Mónica García. El plan del Gobierno para endurecer la normativa antitabaco sufre un revés sin precedentes. Suecia, con el respaldo de seis países y el apoyo de la propia Comisión Europea, bloquea la prohibición de las bolsas de nicotina, conocidas como ‘snus blanco’ (bolsitas de nicotina sin tabaco). La presión internacional obliga a España a suspender su reforma y deja en evidencia a Sanidad, mientras desde el exterior advierten que esta decisión “condena a los fumadores españoles a consumir el producto más nocivo”.

El Ministerio de Sanidad pretendía prohibir la venta de la mayoría de bolsas de nicotina, imponiendo límites de apenas 0,99 mg por unidad y vetando todos los sabores, salvo el tabaco. Pero Suecia ha asestado un golpe diplomático al activar, por primera vez en su historia, el mecanismo de “dictamen razonado” ante la Unión Europea según recoge Smoke Free Sweden. El resultado es, que la normativa española queda paralizada durante al menos tres meses, y el modelo prohibicionista de la ministra Mónica García entra en zona de peligro.

La mitad de Europa en desacuerdo

No solo Suecia rechaza la maniobra española. Italia, Rumanía, Hungría, República Checa y Grecia también han presentado objeciones a este plan. A ellos se suman la Comisión Europea y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que coinciden en una crítica demoledora, denunciando que el plan de Sanidad es desproporcionado, carece de justificación científica y, lejos de proteger la salud, puede beneficiar a la industria tabaquera y perpetuar el consumo de cigarrillos. Desde Bruselas advierten además que equiparar estas alternativas al tabaco tradicional solo genera inseguridad jurídica y rompe la armonización normativa dentro de la Unión Europea.

Las cifras están y hablan por sí solas. En Suecia, la tasa de tabaquismo se ha desplomado hasta el 5,3%, la más baja de Europa, gracias a políticas que permiten a los adultos acceder a productos de menor riesgo. Mientras tanto, la media europea sigue casi cinco veces por encima y alcanza el 24% o lo que es lo mismo, una de cada cuatro personas.

“El enfoque de Suecia ha salvado miles de vidas y ha reducido drásticamente la mortalidad ligada al tabaco”, sostiene el Dr. Delon Human, líder de la coalición internacional Smoke Free Sweden. “No podemos permanecer impasibles mientras otros países de la UE, como España, aplican normativas sin fundamento científico que empujan a los consumidores de vuelta al cigarrillo”.

El futuro del plan español pende ahora de un hilo. El dictamen de la Comisión Europea, previsto para el 28 de julio, apunta a ser negativo. Si se confirma, la gran apuesta de la ministra de Sanidad quedará en papel mojado y España se quedará aislada en el club comunitario. Mientras tanto, desde el Ministerio de Sanidad evitan dar cifras sobre el número de consumidores afectados o el impacto económico de la prohibición.

Así, el mensaje de Suecia a la Unión Europea es claro y se podría resumir como que “toda política que restrinja el acceso a productos de riesgo reducido beneficia inevitablemente a la industria tabaquera y cuesta vidas”.