
El Gobierno cierra la puerta al último resquicio legal que permitía a la industria del vapeo y del tabaco calentado colarse en terrazas, patios de colegios y piscinas. La nueva Ley Antitabaco, en trámite bajo el Real Decreto 47/2024 e impulsada por el Ministerio de Sanidad, prohibirá vapear allí donde ya está vetado fumar, pese a la presión del poderoso lobby del cigarrillo electrónico, que durante años ha maniobrado para esquivar las restricciones y captar a nuevos consumidores, especialmente menores.
“No existe el tabaco saludable. No hay evidencia científica de que los dispositivos alternativos reduzcan la adicción al tabaquismo”, zanjó este martes la ministra de Sanidad, Mónica García, en el Congreso, anunciando el blindaje legal que la industria más temía: vapeadores y tabaco calentado tendrán las mismas prohibiciones que el tabaco convencional.
Una medida que choca con lo que dice Europa
La ministra, además, defendió la nueva normativa como un esfuerzo “de la mano de la Unión Europea, la evidencia científica y las sociedades médicas”. Pero la realidad es menos armónica, ya que seis países europeos han paralizado el proceso legislativo al presentar objeciones formales en Bruselas, advirtiendo que la ley española podría “romper la unidad del mercado único” al imponer restricciones más severas que las de la propia normativa europea. El procedimiento queda así suspendido durante tres meses, mientras España tiene que justificar ante la Comisión Europea por qué endurece tanto la regulación.
No es el único frente abierto. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha cuestionado que las restricciones propuestas tengan una base científica sólida y ha advertido de que pueden perjudicar la competitividad del sector sin garantías de reducir el tabaquismo. Pese a estos avisos, Sanidad mantiene el discurso: “Esta regulación es una exigencia de sentido común y de la evidencia. La industria ha aprovechado una laguna legal y se acabó”.
Los aromas de los cigarrillos electrónicos tampoco se salvan
La nueva ley también cargará contra otra de las grandes estrategias del sector, siendo estos los sabores. El Real Decreto 47/2024, que desarrolla parte de esta normativa, restringirá los aromas de los cigarrillos electrónicos y limitará la nicotina de productos como las bolsas de nicotina.
Sanidad pide ahora el respaldo del resto de partidos y advierte: “Espero que ustedes no lleguen tarde a estas medidas. Ya hemos visto cómo hay grupos políticos que votan en contra y que al cabo de 10 años dicen ‘qué buena fue esa ley’ y que incluso en algunos casos se la apropian”.
Sin embargo, la gran incógnita sigue sobre la mesa y Sanidad no da cifras sobre cuántos usuarios se verán afectados ni detalla cómo controlará el cumplimiento de estas nuevas restricciones. La industria, que ya ha demostrado su capacidad de presión en anteriores batallas regulatorias, no ha tardado en movilizarse para defender su negocio.