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Si cumples uno de estos requisitos puedes trabajar en Estados Unidos legalmente sin tener que pedir un permiso de empleo

Un extranjero no puede solicitar un empleo en el país norteamericano sin antes tener una autorización o EAD.


Bandera de Estados unidos en una de sus calles
Bandera de Estados unidos en una de sus calles |Envato
Antonio Montoya
Fecha de actualización:

Tener un permiso de trabajo es uno de los trámites más útiles que puede llevar a cabo cualquier migrante que pretende quedarse en Estados Unidos, ya que no solo permite residir permanentemente durante un tiempo en el país, sino que también es la puerta de entrada para poder ser seleccionado por cualquier empresa para trabajar. Este proceso se realiza a través del EAD, un documento de autorización de empleo que permite a cualquier extranjero trabajar en el país norteamericano. Aunque no todos los migrantes lo necesitan, dependiendo de su estatus migratorio, como es el caso de los residentes permanentes legales o que poseen la Green Card, refugiados, asilados o personas con ciertas visas de trabajo específicas.

Tal y como refleja el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, conocido como USCIS por sus siglas en inglés, los dueños de las empresas en Estados Unidos deben garantizar que sus trabajadores, sin importar su ciudadanía o país de origen, estén autorizados para trabajar en el país. El EAD es la forma más común de demostrar que un extrajero tiene permiso para trabajar durante un tiempo determinado.

Casos en los que no se requiere EAD

A pesar de que el USCIS aclara que ningún ciudadano extranjero puede aceptar empleo en el país sin una autorización previa, hay perfiles que, por su condición migratoria, ya están habilitados para trabajar. En este grupo se incluyen, de forma destacada, los titulares de la conocida como “Green Card”. Este documento, oficialmente denominado tarjeta de residencia permanente, sirve como prueba suficiente de autorización de empleo.

Tampoco es necesario tramitar un EAD si la persona cuenta con un visado de no inmigrante que le permite trabajar para un empleador concreto. Algunos ejemplos de este tipo de visados son la H-1B, L-1B, O-1 y P-2.

La visa H-1B está dirigida a profesionales altamente cualificados en campos especializados o personas que participen en proyectos de investigación o desarrollo con el Departamento de Defensa. La visa L-1B permite a una empresa transferir a un empleado con conocimientos específicos desde una sede extranjera a una filial en Estados Unidos.

Por su parte, la visa O-1 se concede a individuos con habilidades excepcionales en áreas como la ciencia, el arte, la educación, los negocios o el deporte, así como a quienes han demostrado logros destacados en la industria cinematográfica o televisiva. La visa P-2, en cambio, se aplica a artistas o animadores que viajan a Estados Unidos para realizar actuaciones, ya sea de forma individual o en grupo.

Cuándo es obligatorio solicitar una autorización de empleo

En los casos en los que el estatus migratorio no lleva consigo una autorización automática, es obligatorio presentar el Formulario I-765. Este documento es la Solicitud de Autorización de Empleo y permite obtener el EAD, que acredita al titular para trabajar legalmente durante un periodo determinado.

Deben presentar este formulario, por ejemplo, aquellas personas que tienen una solicitud pendiente de asilo (Formulario I-589) o de ajuste de estatus para obtener la residencia permanente (Formulario I-485). En estos supuestos, aunque la persona esté en proceso de regularizar su situación, necesita una autorización expresa para desempeñar cualquier tipo de trabajo.

Requisitos fiscales para trabajadores extranjeros

Además de la autorización laboral, es importante tener en cuenta que los trabajadores extranjeros pueden estar sujetos a obligaciones fiscales en Estados Unidos, en función de su estatus de residencia fiscal.

Según el Servicio de Impuestos Internos (IRS), los no residentes que hayan realizado actividades comerciales o empresariales en el país durante el año, o que hayan generado ingresos sin que se hayan retenido los impuestos correspondientes, deben presentar una declaración fiscal. También están obligados a declarar los representantes, agentes o fiduciarios que gestionen patrimonios, fideicomisos u otros asuntos fiscales en nombre de un extranjero no residente.

La clave está en el estatus migratorio

En definitiva, el derecho a trabajar legalmente en Estados Unidos no depende exclusivamente de la voluntad del empleador, sino del estatus migratorio del trabajador. Mientras que algunas personas pueden incorporarse al mercado laboral sin necesidad de solicitar ningún permiso adicional, otras deberán obtener una autorización expresa que justifique su derecho a trabajar en el país.

El USCIS recuerda que todos los empleadores deben verificar que sus empleados, independientemente de su nacionalidad o ciudadanía, estén legalmente autorizados para trabajar en Estados Unidos.

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