Este es el pueblo que tiene una virgen invencible y una cueva milenaria donde duerme el lince ibérico: la 'Covadonga de Andalucía'

Algunos lo conocen como ‘la Covadonga’ de Andalucía, por su gran similitud con el enclave asturiano, aunque por muchos aún se trata de un lugar desconocido y perfecto para descubrir en este mes de mayo. Gracias al río que pasa por el lugar, las montañas que lo rodean y su impresionante vegetación lo convierten en el lugar ideal para pasar un fin de semana esta primavera, ya que conserva el frescor del invierno y las altas temperaturas andaluzas allí no se notan aún. Se trata de Tíscar, una aldea de solo 4 habitantes en la sierra de Jaén, donde es posible ver al lince ibérico mientras se disfruta de rutas de senderismo rodeados de cascadas y pasarelas entre montañas.

Tíscar es solamente una pedanía del término municipal de Quesada, Jaén, que sorprende a los viajeros sobre todo por su riqueza histórica y paisajística. Con apenas 4 habitantes censados en la aldea, este lugar histórico tiene monumentos de gran valor cultural y natural, como el Santuario de la Virgen de Tíscar, la Cueva del Agua y el Castillo de la Peña Negra. Fue, sin duda, un enclave destacado durante la época de la Reconquista, de ahí que todavía albergue muchos vestigios árabes entre sus dominios. Esto lo convierte en un lugar de obligada visita para aquellos que estudian el patrimonio andaluz.

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Un santuario con siglos de devoción y una ‘Virgen Invencible’

Uno de los monumentos más destacados de Tíscar y que hace honor al nombre de la ‘Covadonga andaluza’ es el Santuario de la Virgen de Tíscar, patrona de Quesada y de la Sierra de Cazorla. Este santuario se encuentra de manera sorprendente entre las formaciones rocosas de la Peña Negra y el Cerro del Caballo, de forma similar al santuario de ‘la virgen negra’ de Covadonga.

Aunque su origen se remonta al siglo XVI, el edificio actual ha sufrido grandes reconstrucciones posteriores que han cambiado un poco su aspecto. En su interior, destaca una imagen de la Virgen, venerada desde hace siglos, y elementos arquitectónicos como una pila bautismal del siglo XVI y una puerta de taracea del siglo XVII. 

El nombre de ‘Virgen Invencible’ que le dan a la Virgen de Tíscar viene de una tradición legendaria profundamente arraigada en la historia y la devoción popular de la comarca de Quesada, en Jaén. Según la tradición, en el año 1319, durante la Reconquista, la Virgen se apareció en la Cueva del Agua al alcaide musulmán de la fortaleza de Tíscar, Mahomad Abdón, instándole a rendirse para evitar más derramamiento de sangre. Tras la toma del castillo por las tropas cristianas, los defensores musulmanes arrojaron la imagen de la Virgen desde las almenas en varias ocasiones, pero esta regresaba milagrosamente a su lugar. Finalmente, al ser destruida, los cristianos recogieron los fragmentos y los enviaron a Toledo para su restauración. Sin embargo, la imagen reapareció intacta en la cueva, lo que mucho consideraron un milagro en toda regla.

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La Cueva del Agua: naturaleza y leyenda

Bajo el santuario se encuentra la Cueva del Agua, también conocida como Gruta de las Maravillas. Esta formación calcárea ha sido esculpida por el río Tíscar, creando un paisaje de cascadas y pozas que desembocan en el Pilón Azul. Esta es una maravillosa cascada que recibe este nombre por el color y pureza de sus aguas. La flora y fauna de Cazorla se manifiesta aquí en todo su esplendor. De ahí que se trate de una de las rutas preferidas por los amantes del senderismo en Andalucía y fuera de la Comunidad Autónoma.

 La cueva ha sido declarada Monumento Natural por la Junta de Andalucía debido a su singularidad geológica y belleza paisajística. Como decíamos antes, en 1319 la Virgen se apareció en esta cueva al rey musulmán Mahomad Abdón, de ahí la importancia especial que ha adquirido esta cueva, que no queda como un simple monumento natural, sino que para los lugareños es mucho más.

A todo ello se suma la Falla de Tíscar, un accidente tectónico vertical que bordea la Sierra de Quesada por el este y cuya fractura puede observarse a lo largo de la carretera que, desde el municipio, nos acerca al pueblo vecino de Pozo Alcón: todo un bello contraste paisajístico.

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El Castillo de la Peña Negra: testigo de la historia

Sobre el santuario se alzan las ruinas del Castillo de la Peña Negra, una fortaleza de origen musulmán que fue escenario de enfrentamientos durante la Reconquista. Su posición estratégica permitía el control del paso natural entre las montañas, siendo un punto clave en la defensa del Reino Nazarí. En 1319, las tropas cristianas lograron tomar el castillo, evento que, según la leyenda, estuvo acompañado de la aparición de la Virgen.

Un enclave de interés cultural

A pesar de su reducido tamaño, Tíscar atrae a visitantes interesados en su patrimonio histórico y natural. La combinación de elementos arquitectónicos, formaciones geológicas y leyendas locales ofrece una experiencia enriquecedora para quienes recorren la provincia de Jaén. Para llegar hasta Tíscar hay que atravesar paisajes de una belleza inigualable comprendidos entre el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Una maravilla de viaje para el que le gusta disfrutar de las vistas mientras va en coche.

Tíscar representa un ejemplo de cómo pequeños núcleos rurales pueden conservar y ofrecer un legado cultural y natural de gran valor, siendo un punto de interés para el turismo sostenible y la preservación del patrimonio andaluz.

Se pueden ver linces por la zona

La presencia del lince ibérico en el área natural de Tíscar, se debe a su ubicación dentro del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Este parque, con una extensión de más de 214.000 hectáreas, es el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa.

Las zonas cercanas a Tíscar le proporcionan refugio y una abundante población de conejos al lince ibérico, su principal fuente de alimento. La vegetación densa y arbustiva de la Sierra de Cazorla ofrece las condiciones ideales para su supervivencia y reproducción.

Cómo llegar a Tíscar en coche

Para llegar a Tíscar se puede hacer mediante coche propio o en transporte público. Si vas en coche desde la A-92 (una de las autovías principales que cruzan toda Andalucía) solo hay que seguir por esta autovía hasta la salida hacia Darro, conectando con la A-308 hacia Jaén. Más adelante, coger la salida de la A-44 y continuar por la A-316 hacia Baeza. Desde Baeza, es necesario seguir la A-315 hasta Quesada y, finalmente, la A-6206 conectará directamente con la localidad de Tíscar.

Por otro lado, para hacer el viaje en transporte público, primero hay que viajar en autobús hasta Jaén, ya sea tomando un primer trayecto a Almería y luego otro desde Almería a Jaén, o bien buscando algún servicio directo si está disponible. Una vez en Jaén, es posible coger otro autobús hacia Quesada, Hinojares o Huesa. El viaje en bus desde Jaén entre 1 hora y 45 minutos más o menos. Desde cualquiera de estos destinos, necesitarás un taxi o vehículo privado para acceder a Tíscar, ya que no hay transporte público que llegue hasta allí directamente.