
Cuando se alquila una vivienda es habitual que surjan ciertos conflictos entre propietarios e inquilinos, como quién tiene que pagar los arreglos de la lavadora o si el inquilino puede recibir visitas en casa. Lo más común es intentar resolver los problemas de forma amistosa, pero hay personas que lo hacen con medidas mucho más drásticas, como este casero que optó por demoler parcialmente la vivienda con el inquilino dentro por un conflicto que tenían desde hace años.
El caso ha ocurrido en Alemania, y según la información publicada por los medios y fuentes policiales locales, recogidas por ‘Figaro Inmobilier’, el conflicto entre ambos llevaba años gestándose.
La relación entre ambas partes se había deteriorado hasta tal punto que el casero, descrito por vecinos como de carácter impulsivo, decidió resolver el problema a su manera, utilizando maquinaria pesada para destruir una parte de la vivienda.
El inquilino salió ileso del incidente
Lo llamativo del caso, no es solo la demolición de parte de su propiedad, sino el hacerlo cuando el inquilino aún estaba dentro de la casa. Aunque este pudo salir ileso del inmueble, la vivienda quedó gravemente dañada y se encuentra en riesgo de derrumbe, por lo que ha quedado completamente inhabitable.
Con el fin de esclarecer los hechos, las autoridades han abierto una investigación, con la que se pretende aclarar también la responsabilidad legal del propietario.
El caso ha causado un gran revuelvo en la localidad, en la que el propietario ha sido duramente criticado por sus vecinos, declarando incluso el alcalde “para mí, esto es claramente un intento de homicidio”. Y es que tras el episodio, la recuperación de este hombre, que ya era discutida en el pueblo, ha quedado aún más cuestionada, posicionándose la mayoría de vecinos de parte del inquilino.
El casero insiste en que el inquilino había sido avisado de las obras
Pese a todo ello, el propietario se ha defendido, y alega que procedió a la demolición porque el inquilino ya no residía en la vivienda. Según su versión, este le había comunicado hace tiempo su intención de dejar el inmueble y estaba informado del mal estado estructural del edificio. Además, de que había sido advertido de que no debía permanecer en el interior durante las obras, necesarias debido a la necesidad de rehabilitación total de la casa.
Supuestamente, el inquilino regresó para tomar fotografías y retirar algunas de sus pertenencias antes de que la demolición avanzara. Y según el propietario, ya no estaba presente cuando se derribó el muro más inestable, hechos que están tratando de esclarecer las autoridades, ya que la investigación sigue abierta.