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Las personas que dejan los platos sucios en vez de lavarlos inmediatamente suelen mostrar estos 7 comportamientos, según la psicología

El primer razonamiento es que las personas que no friegan enseguida de terminar de comer es que son perezosas, pero los expertos han revelado otras cualidades.


Mujer en fregadero
Mujer en fregadero |Geediting
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:

La psicología tiene que enfrentarse al reto de descifrar el comportamiento de las personas, y eso es más complicado aún cuando se trata de hábitos y tareas del día a día como lavar los platos. En un primer momento, se tiende a pensar que no lavar los platos cuando están sucios y dejar que se acumulen en el fregadero es por pereza. Y aunque es cierto que a veces puede ser así, esta acción tan cotidiana muestra más sobre el comportamiento y la mentalidad de una persona.

Tras una observación que ha durado años, la psicóloga Olivia Reid publica en geediting algunas conclusiones que revelan la realidad de qué pasa por la cabeza de quien acumula platos sucios. Y es que tienen 7 cualidades que “no son malas noticias” y que incluso podrían ayudar a mejorar y entender determinados aspectos de la vida.

No todo tiene que ser ordenado, de hecho, ni siquiera la vida misma lo es. Por eso es interesante conocer un poco más el cerebro de estas personas que prefieren sentarse en el sofá y ver la tele o salir con los amigos antes que ponerse a fregar.

Las 7 cualidades de las personas que no friegan los platos

Mujer mirando vajilla sucia en el fregadero. | Envato

Los que deciden no limpiar los platos, vasos o cubiertos justo después de terminar de comer son personas que, según los expertos en comportamiento, muestran 7 características que son comunes a todas ellas.

Valoran el tiempo, y no el orden

Aunque el día tiene 24 horas para todos, no todos las empleamos de la misma manera. Los que dejan los platos hechos una pila en el fregadero valoran más el tiempo del que disponen. Dan prioridad a esto sobre la limpieza, el trabajo, la familia o las aficiones. Desde fuera podría verse como una falta de limpieza, pero es algo que se hace conscientemente para disfrutar de más tiempo para uno mismo. 

Estas personas suelen ser muy productivas en el trabajo, ya que sienten que no tienen capacidad para hacer muchas cosas al mismo tiempo y eligen dejar ciertas tareas para después. 

El desorden no les estresa

Hay personas que no soportan ver un jarrón o un mueble cambiados de sitio. Pero este no es el caso de quienes dejan la vajilla sucia en el fregadero. “Fui a ver a un amigo que era conocido entre nosotros por dejar los platos sin lavar. Cuando nos sentamos a hablar, le ví que estaba muy tranquilo, que el desorden no le afectaba para nada. El caos en su cocina era como una barrera invisible”.

Gracias a esta experiencia, se dio cuenta de que existen personas con cierta tolerancia al desorden. “Aunque no es del agrado de todos, es una perspectiva interesante”.

Son arriesgados y exploradores

Un estudio realizado por expertos de la Universidad de Minnesota ha concluido que las personas que se sienten cómodas con el desorden suelen tener más facilidad para asumir riesgos. Tener los platos sucios en el fregadero es un síntoma de personalidad fuerte, pero también de quienes no tienen miedo de abandonar su zona de confort.

No siempre lo perfecto es bonito

Los que dejan sus platos sucios y no los friegan inmediatamente muestran cierta tendencia a aceptar que no siempre todo es perfecto. Es más, consiguen aceptar la imperfección. No es por descuido, sino porque hay que entender que a veces es bueno no tenerlo todo en orden. La vida es un caos y hay que estar preparado para ello.

Alta creatividad

La creatividad va de la mano del desorden. De eso puede presumir la psicóloga que firma el artículo, ya que reconoce que sus mejores ideas aparecen cuando está en “una cocina un poco desordenada”. “Hay algo que despierta mi creatividad”, escribe. “Puede que sea romper con la rutina, o saber que las cosas no siempre tienen que encajar perfectamente”.

La experiencia siempre está por encima de la estética

La vida son experiencias, pero también un modo nuevo de ver las cosas. A los que tienen la cocina en completo desorden, esto no les preocupa. Simplemente, se quieren fijar en los buenos momentos que les regala la vida, y en la oportunidad de vivirlos con los demás. 

Una pila de platos sucios quiere decir que se ha disfrutado de la comida, o de momentos de rosa con amigos y familia. Esto no quiere decir que dejen de lado la limpieza, es solo que prefieren vivir el momento. Los platos se pueden lavar después, pero el instante que se pasa ya no vuelve.

Tienen muy claras sus prioridades

Los que dejan los platos amontonarse son expertos en establecer prioridades. “La vida está llena de tareas y no todas tienen la misma importancia”. Sienten que hay asuntos más importantes que atender, como por ejemplo, a los hijos o el trabajo.