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Qué significa quedarse con la mirada fija y borrosa según la psicología

Nuestra capacidad de atención tiene mucho que ver con lo que pasa cuando nos quedamos ‘embobados’.


Una mujer con la mirada fija y borrosa
Una mujer con la mirada fija y borrosa |Envato
Antonio Montoya
Fecha de actualización:

Quedarse con la mirada fija en un sitio y borrosa al mismo tiempo, lo que se suele llamar también como quedarse ‘embobado’ o ‘empanado’, es algo bastante común en la inmensa mayoría de los humanos. Es raro al que no le pasa. Resulta una sensación extraña porque, en la mayoría de ocasiones no estamos mirando ni pensando nada en concreto, aunque parezca que nuestra mirada está enfocada en algo específico, lo que realmente sentimos es todo lo contrario. Pero, ¿qué significa esto?

Pues según Ana Fernández Arcos, coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN), estar con la mirada fija y la vista nublada son gestos que “podrían referirse a divagar, soñar despierto o dejar la mente en blanco”.

Qué sienten las personas que se quedan con la mirada fija y borrosa

Mantener la mirada fija con la vista nublada y sin pestañear son características que nos indican que alguien está en modo off o desconectado de su entorno. Para la experta en psicología, se trataría de un estado en el que los estímulos externos se atenúan: “En el cerebro se produce una menor actividad eléctrica cerebral con un incremento de la frecuencia de ondas lentas y una disminución de las ondas rápidas en el electroencefalograma”.

Generalmente, las personas que se quedan con la mirada fija y borrosa suelen tener una sensación placentera, al desconectar con el medio externo y conseguir llegar al estado de relajación, sobre todo si viene después de una situación estresante.

Pero con lo que más está implicado este gesto sin duda es con la capacidad de atención, es decir, con “aquella que nos mantiene atentos a los estímulos que pueden ocurrir en nuestro ambiente de forma voluntaria”, según Marcos Llanero, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Madrileña de Neurología (AMN). Aunque ciertamente esta atención no es 100% voluntaria, sino que se trata de una habilidad cognitiva que depende de cada individuo: “Hay gente con más capacidad para atender un determinado asunto y gente que menos”, detalla el experto.

Cómo son las personas que dejan la mirada perdida y desconectan a menudo

Las personas que mantienen la mirada fija y borrosa suelen transmitir una desconexión temporal con su entorno inmediato. Este tipo de mirada puede ser interpretado como un signo de introspección profunda, evasión o incluso de bloqueo emocional. En muchos casos, denota que la persona está absorta en sus pensamientos, tal vez atrapada en una emoción intensa como la tristeza, la ansiedad o la confusión. La falta de enfoque visual también puede ser indicativa de fatiga mental o física, ya que cuando alguien está agotado, su capacidad de mantener la atención visual disminuye y la mirada se vuelve más difusa.

Estas personas suelen presentar ciertas características psicológicas o emocionales asociadas a ese tipo de expresión. Pueden ser introspectivas, sensibles o reservadas, y a menudo están lidiando con conflictos internos no expresados verbalmente. También puede tratarse de personas que, ante una situación de estrés o incomodidad, optan por “desconectarse” visualmente como mecanismo de defensa. Esta mirada puede generar en los demás una sensación de misterio o inquietud, ya que rompe con las normas típicas del contacto visual, que es una de las formas más básicas de comunicación no verbal.