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La habitación de Airbnb no se arregla sola: una limpiadora de piso turístico cobra un 25% menos que una de hotel

UGT ha denunciado ante Inspección de Trabajo las condiciones de los trabajadores en pisos turísticos, la mayoría mujeres, y un tercio sin contrato.


Una limpiadora de hogar
La habitación de Airbnb no se arregla sola: una limpiadora de piso turístico cobra un 25% menos que una de hotel |Shutterstock
Jorge Magdalani
Fecha de actualización:

UGT ha exigido a los propietarios de viviendas vacacionales y pisos turísticos que cumplan con la normativa laboral y paguen salarios justos a sus empleados. Porque detrás de ese apartamento alquilado a través de Airbnb o Booking, hay una mujer de la limpieza, el 76% según el estudio ‘Radiografía del Servicio Doméstico en España’, encargada de dejar otra vez listo el piso para los siguientes visitantes. 

Trabajadoras que cobran en la mayoría de los casos el salario mínimo, no en todos los casos regidos por el convenio de hostelería, ya que más de un tercio opera sin contrato y todo ello suponiendo un agujero de unos 16,5 millones de euros anuales para la Seguridad Social. Esto es lo que se desprende del último informe de la UGT.

La mayoría de los  trabajadores de la limpieza de pisos turísticos tipo Airbnb son mujeres que cobran el salario mínimo

Esta diferencia, que llega casi a los 14.000.000 de euros, se explica por un vacío legal. La actividad en los pisos turísticos queda recogida en el Acuerdo Laboral de ámbito Estatal para el sector de la Hostelería (ALEH), concretamente en el artículo 4. Por este motivo, UGT ha denunciado las condiciones del modelo laboral de los trabajadores en viviendas de uso turístico.

El sindicato ha denunciado la situación ante la Inspección de Trabajo, siguiendo los pasos que ya dio en su día para la regularización de los riders. UGT detecta un patrón de funcionamiento con ciertas similitudes al de las plataformas digitales de reparto para esquivar la aplicación de las condiciones habituales en el sector de la hostelería, que urgen a hacer efectivas en las viviendas de uso turístico. 

La organización sindical ha señalado que numerosas de estas propiedades están cometiendo un "fraude" a la Seguridad Social. Esto ocurre al contratar empresas que pagan salarios inferiores a los establecidos, utilizando convenios que son menos beneficiosos, como el de limpieza de edificios y locales.

UGT señala que las limpiadoras no están acogidas al convenio de la hostelería sino al de la limpieza, con peores condiciones

La mayoría de estas viviendas son gestionadas directamente por propietarios o personal asimilado al dueño, que "no cotiza ni declara absolutamente nada de ingresos", afirman desde la Unión General de Trabajadores.

Los anfitriones reciben a la clientela una hora por reserva; la persona que limpia dedica unas tres horas a cada una, incluido el tiempo de transporte entre domicilios, y para el mantenimiento de las viviendas ha calculado 20 horas por propiedad al año.

En este sentido, lo que se desprende de este estudio es que los trabajadores de la limpieza de pisos turísticos como Airbnb o Booking, en muchas ocasiones, no están acogidos al convenio de hostelería. Sino más bien a otros como puede ser el de limpieza, que "tiene condiciones muy distintas", o se sitúan incluso por debajo del salario mínimo interprofesional y se les incluyen "muchas menos horas de trabajo de las que realizan normalmente", tareas que se les abona en efectivo, detallan.

Como tal, la hora pagada del convenio colectivo de limpieza se sitúa en los 9,6 euros de media, mientras que el de hostelería es de 12,18 euros. Una desigualdad que supone una variación de 2,5 euros. O lo que es lo mismo; las trabajadoras o limpiadores de estos pisos turísticos pierden un tercio del salario que, a buen modo, sí que deberían recibir. Como detalla Eduardo Rosy, autor del informe, esto se traduce en una pérdida de entre 300 y 400 euros al mes.

Diferencia salarial

En concreto, una camarera de piso de nivel C, que corresponde a hoteles de una estrella, hostales y que es donde se enmarcan las viviendas vacacionales, percibe un salario bruto (incluidas pagas extras y pluses) de 2.027 euros mensuales.

Sin embargo, el convenio de Limpieza, contempladas también sus pagas extras, limita ese importe a 1.387 euros al mes. Eso supone 640 euros menos.

Pero además, desde UGT se señala que no todas las viviendas turísticas reclaman los servicios de limpieza del inmueble, al cambiar de inquilinos, a una empresa, sino que en muchas ocasiones se contrata a empleadas independientes a las que se suele pagar el salario mínimo interprofesional, que con pagas extras supone una retribución de 1.323 euros al mes. Aquí la diferencia con el convenio de Hostelería es de casi 704 euros mensuales. Según el estudio, cobrar el salario mínimo o el convenio de la limpieza implica cobrar hasta un 25% menos que lo que percibe por hora una camarera de piso de un hotel.

El alquiler turístico ofrece 25.000 puestos de empleo

Según datos de Eurostat, España fue en 2023 el segundo país europeo donde más alquileres turísticos tipo Airbnb o Booking se reservaron a través de plataformas online. El país concentró el 19,5% de los alojamientos de toda Europa en este tipo de hospedajes con 132,6 millones de noches reservadas.

A pesar de las restricciones, el alquiler turístico sigue siendo un motor económico vital en España, empleando a una proporción significativa de la población y generando ingresos sustanciales tanto para los propietarios como para las comunidades locales. El alquiler turístico no solo es fuente de empleo, con unos 25.000 puestos de trabajo directos, sino que también contribuye con 2.089 millones de euros en ingresos para los propietarios.