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Esta es la razón de por qué debemos guardar los dientes de leche de los pequeños

Según los médicos, un diente de leche contiene células que pueden transformarse y salvarnos la vida en caso de enfermedad.


Diente de leche a punto de caerse de la boca de un niño
Esta es la razón de por qué guardamos los dientes de leche de los pequeños |Canva
Eva Gómez Núñez
Fecha de actualización:

Todo en esta vida tiene un porqué. Nuestros padres han tenido la costumbre, desde siempre, de guardar nuestros dientes de leche por tener un recuerdo de nosotros tras la llegada del Ratoncito Pérez, (el Papá Noel de los dientes). Pero ahora, la ciencia habla: esta costumbre podría salvarnos la vida. Según un estudio del Centro Nacional de Biotecnología de Estados Unidos, los dientes que se nos caen de pequeños contienen células, y no de cualquier tipo: son células madre. Con ellas se pueden volver a crear nuevas células en cualquier parte del cuerpo debido a que han estado muy poco expuestas a los daños medioambientales. 

Gracias a esa poca exposición son capaces en transformarse, en caso de cualquier enfermedad, incluso si es de las más graves, como puede ser el cáncer. Aunque no es la única enfermedad para la que se utiliza este tratamiento, sino que se han llegado a utilizar para la regeneración ósea, células neuronales, tejido ocular o para la prevención de ataques cardíacos. Además, son primordiales para el desarrollo de nuevas terapias e investigaciones. Y todo gracias a las células madre. Por ejemplo, donde más se utiliza es para desarrollar tratamientos contra los fallos cardíacos. Según un estudio, se puede inyectar a una persona sus propias células madre en el músculo del corazón para tratar el fallo cardíaco en fase terminal. 

Cómo cepillarse bien los dientes de leche para conservarlos en el mejor estado

Un buen cepillado puede hacer que nuestros dientes se conserven mejor y, en el caso de los más pequeños, les salve la vida. Además, nos evita enfermedades, a pesar de que la higiene bucodental es la gran olvidada. Según los dentistas, los españoles acuden menos de dos veces al año a sus consultas. Por ello, conviene consultar estos consejos para que la salud dental de pequeños y mayores sea la más óptima

  • Cuando tengamos el cepillo en la mano, no hacer movimientos de abajo hacia arriba. Hay que hacer movimientos suaves para no provocar sangre en la encía. Lo mejor es hacer movimientos en círculos para que la encía no se resista.  
  • No hay que olvidarse de lavarse los dientes tras cada comida. Lo más recomendable, según los expertos, es lavarse los dientes al menos dos veces al día. Y, ojo, la más importante es la de antes de irse a dormir, ya que por la noche es cuando más bacterias se generan. Todos estos gestos pueden ayudarnos a cuidar nuestra salud. 
  • Hay que lavarse los dientes durante un tiempo determinado. No vale con solo pasarse el cepillo unos segundos. La duración del cepillado es muy importante, debe ser superior a un minuto y el niño tiene que escupir el exceso de pasta dentífrica, nada de tragarlo. De esta forma se eliminarán todos los excesos de comida que nos puedan quedar entre los dientes.
  • El cepillo de dientes puede ser manual o eléctrico, aunque lo más recomendable es que sea eléctrico porque elimina más placa bacteriana. Todo dependerá de la edad: para los más pequeños, cuando empiezan, es recomendable un cabezal pequeño en un cepillo manual y con las cerdas suaves. 
  • Existe un pequeño truco muy usado por los padres para saber si los pequeños de la casa se han lavado los dientes de forma correcta. En las farmacias venden un líquido que tiñe de color la zona de los dientes que no se ha cepillado bien. Un aliado perfecto para enseñarles a lavarse los dientes con propiedad y a eliminar cualquier rincón que quede sin lavar.