Vacaciones ilimitadas: ¿chollo o riesgo?

Esta nueva técnica está siendo implementada por algunas empresas como medida de promoción del bienestar de sus empleados.

Un trabajador disfrutando de las vacaciones.
Vacaciones ilimitadas, riesgos y beneficios
Paola Vargas López

Las vacaciones ilimitadas ya son una realidad en el mercado laboral español, al menos en algunos puestos, organizaciones y sectores. Pero, ¿cualquier empresa estaría dispuesta a dar vacaciones ilimitadas a sus empleados a cambio del cumplimiento de unos objetivos

El bienestar de un empleado llega, entre otras muchas cosas, por una adecuada combinación tanto de la calidad como de la cantidad de tiempo que pueda disfrutar. Un equipo de psicólogos expertos en bienestar laboral de ifeel, analiza la medida de este tipo de vacaciones junto a otras como el teletrabajo, la semana laboral de 4 días o la jornada no lineal, que están llevando actualmente a las empresas a un nuevo nivel de adaptación a las necesidades reales de sus trabajadores. 

Riesgos potenciales de las vacaciones ilimitadas 

Lo primero es conocer a qué hace referencia exactamente el término de vacaciones ilimitadas. Este alude al aumento del tiempo de vacaciones pagadas por encima de lo habitual, distribuidas con mayor flexibilidad. Actualmente, las vacaciones son 22 días laborales por año trabajado.

Es de esperar que muchos responsables de recursos humanos se pregunten de qué forma el tomar una medida así podría afectar a la productividad de la empresa. Además, la coordinación entre los miembros de los equipos para gestionar las mismas y que los empleados estén disponibles y previsibles es muy complicado. 

Por otro lado, disfrutar en tu trabajo de unas vacaciones ilimitadas suele supeditarse al cumplimiento de ciertos objetivos y esto sin duda entraña algunos riesgos. En primer lugar, está la tentación de la empresa de inflar de forma innecesaria esos objetivos, de modo que, en la práctica, sea imposible conseguirlos y disfrutar de esas vacaciones ilimitadas, por lo que eso perjudicaría a la experiencia de los empleados.

En segundo lugar, un empleados podrían tener el impulso de conseguir cualquier objetivo en un tiempo excesivamente corto, solo para poder disfrutarlas. Esto podría, sin duda, generar descompensaciones en su jornada laboral, persiguiendo un rendimiento adulterado que puede acabar generando problemas en la salud de los trabajadores a medio o largo plazo.

7 claves para irse (bien) de vacaciones ilimitadas 

Los psicólogos expertos en bienestar laboral de ifeel hacen las siguientes recomendaciones para que empresa y trabajadores puedan hacer uso de las vacaciones ilimitadas de una forma adecuada. Y es que, en definitiva, se trata de obtener un resultado que sea óptimo (satisfactorio tanto para la empresa como para el empleado) a un nivel de desgaste asumible para el trabajador, es decir, de manera eficiente tanto en los aspectos técnicos como en los que se refieren al bienestar físico y psicológico del empleado.

  1. Dejar bien definida la política de vacaciones ilimitadas: en qué consiste realmente y qué empleados pueden beneficiarse de ella.
  2. Compromiso a nivel corporativo a ofrecer solo beneficios reales y accesibles, para que no se vuelvan en contra de la empresa ni de los empleados.
  3. Definir los objetivos de acuerdo con los empleados, de manera flexible y realista.
  4. Prever buenos mecanismos de coordinación y rendimiento de los equipos durante las vacaciones.
  5. Fortalecer los mecanismos de comunicación interna de la compañía.
  6. Recordarle a los empleados que la presencia física del equipo, así como del calendario laboral convencional, no garantizan de por sí un mejor rendimiento.
  7. Revisar el uso del tiempo y que se tenga en cuenta a la hora de diseñar un determinado puesto: la eficiencia no se trata de disponer de mucho tiempo para hacer algo, sino emplear para cada tarea solo el tiempo que requiere. El tiempo que no se emplea en trabajar podría ser susceptible de convertirse en vacaciones. 

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