
El Partido Popular ha anunciado que participará en el encuentro convocado por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para debatir sobre la reducción de la jornada laboral. Aunque respalda el diálogo institucional, la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo ha reiterado su rechazo a la propuesta tal y como está planteada, principalmente por no contar con el respaldo de la patronal.
Esta reunión forma parte de la ronda de contactos que el Ministerio de Trabajo ha iniciado con los grupos parlamentarios para impulsar la tramitación de la ley que plantea reducir la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales. Tal y como avanzó la ministra Yolanda Díaz, este proceso incluirá a todas las formaciones salvo VOX. Actualmente, la propuesta legislativa se encuentra en fase de debate en el Congreso.
Borja Sémper, portavoz del PP, ha criticado que esta iniciativa se haya presentado sin un acuerdo previo con la CEOE, algo que para su partido es fundamental: “Una reforma de este calado debe contar con el visto bueno de los representantes empresariales”. A su juicio, el texto ha llegado al Congreso sin una reflexión suficiente sobre sus efectos en el tejido productivo.
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El encuentro con Díaz llega en un momento delicado. Las relaciones entre el PP y el Gobierno atraviesan un periodo de tensión tras conocerse informaciones que vinculan al exsecretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, con supuestos casos de corrupción. Pese a este escenario, Sémper ha asegurado que su grupo no se levantará de la mesa, ya que según sus palabras son “un partido con vocación institucional y cuando se nos convoca para hablar de leyes, acudimos”.
Aun así, el dirigente popular ha evitado confirmar si el partido presentará una enmienda de totalidad al proyecto de ley. Desde el PP se insiste en que no se ha hecho un estudio riguroso sobre las implicaciones económicas y laborales de la reducción de jornada. Sémper ha lamentado la ausencia de un debate técnico profundo y ha expresado dudas sobre la viabilidad de aplicar el nuevo modelo sin generar distorsiones en el empleo.
“Estamos dispuestos a dialogar, pero pedimos responsabilidad y que se escuche a todos los actores implicados, no solo a los sindicatos”, afirma. Aunque el PP mantiene abierta la vía del diálogo, ha dejado claro que no comparte ni el procedimiento ni el fondo del texto que impulsa el Ministerio de Trabajo. Considera que una reforma de este tipo, con potencial impacto en la competitividad y el crecimiento, debe surgir de un consenso más amplio que incluya a los representantes empresariales.
A falta de conocer el contenido definitivo de la norma, el PP mantiene una postura de cautela y no cierra la puerta a una posible enmienda, pero insistiendo en su desconfianza sobre la propuesta actual.