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Un joven de 21 años gana la lotería y deja su empleo: ahora gana 11.000 euros al mes y trabaja en lo que siempre ha soñado

En diciembre de 2020, el afortunado ganó cobrar 11.000 euros todos los meses durante 30 años. Sigue ayudando a su padre con el negocio familiar y colabora con distintas organizaciones benéficas.


Joven ganador mostrando el premio de lotería
Un joven de 21 años gana la lotería y deja su empleo: ahora gana 11.000 euros al mes y trabaja en lo que siempre ha soñado |Archivo
Icíar Carballo
Fecha de actualización:

¿A quién no le gustaría tener la vida resuelta económicamente? Algo parecido le ha pasado a un joven inglés de 25 años cuando compró un boleto de lotería y, sin esperarlo, en diciembre de 2020, ganó un ingreso mensual de 11.000 euros durante los próximos 30 años. Desde entonces, su vida ha dado un giro de 180 grados.

Ser ganador del premio le permitió replantearse su futuro y cambiar de empleo. El joven trabajaba como operario de obra y decidió dedicarse a lo que siempre había soñado: ser monitor de esquí. También pudo darse algún que otro capricho como comprarse un ordenador nuevo o dar la entrada para una casa con bañera de hidromasaje incluido, según recoge ‘Infobae’, además de terminar de pagar la letra del coche. Pero también le sirvió para repartir parte del premio con su familia o realizar diferentes donaciones a organizaciones benéficas.

La suerte le cambió la vida

Aunque el joven quedara impresionado de que había sido el afortunado y que tendría su vida prácticamente resuelta durante los próximos 30 años, esto también le cambió la manera de ver la vida. “Lo que realmente me ha cambiado como persona es poder hacer cosas por los demás”, asegura. Además, ayuda a su padre con el negocio familiar de jardinería y señala que siempre lo pondrá “en primer lugar hasta que se jubile”. 

En esta línea, el joven tomó la decisión de colaborar con la ONG Canine Partners. Su contribución fue ayudar a construir un bungalow adaptado para que las personas que usan sillas de ruedas puedan acceder a él junto a sus perros. Pero, además, tras conocerse sus habilidades del pasado como paisajista, le pidieron crear un jardín en conmemoración de los perros que habían fallecido, y que quedara como el lugar donde sus dueños pudieran ir a visitarlos cuando ellos quisieran. Como si fuera un cementerio para perros. 

Así, el joven asegura que este trabajo “fue una de las cosas más satisfactorias que he hecho en mi vida. Al ayudar a los demás, siento que estoy transmitiendo algo de mi suerte”. 

Decidió dedicarse a lo que siempre había soñado

A pesar de las múltiples obras que hizo por los demás, el joven nunca dejó de lado su pasión: esquiar. Por ello, se sacó el título de instructor de esquí y ahora da clases en SnowDome, un centro de nieve artificial para aprender este deporte. “Para mí no se trata del salario, sino de la experiencia”, recalca. Y aunque ser instructor de esquí estaba en sus planes de futuro lejanos, ganar la lotería le permitió cumplir su sueño siendo joven.

Ahora este joven puede decir que es un gran afortunado, ya que trabaja en lo que le gusta y ha sido capaz de ayudar al prójimo gracias a sus ahorros.

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