
Cuando una mujer trabajadora se queda embarazada surgen ciertos temores alrededor de sí tras el parto seguirá manteniendo su mismo puesto de trabajo. Una lacra que lejos de desaparecer en el tejido productivo de nuestro país, va más allá. Y es que, en algunos casos, se tiene miedo incluso a comunicarlo al empleador ante lo que podría suponer un despido por parte de la empresa.
Es importante recalcar el hecho de que las trabajadoras embarazadas no están obligadas a comunicar sobre su situación en una fecha en concreto, aunque sí que se recomienda avisar con la antelación suficiente para así poder disfrutar de ciertos derechos laborales durante la etapa de gestación, como es el caso de la baja por maternidad, que se puede disfrutar hasta 10 semanas antes de que se prevea el nacimiento. También el de la Incapacidad Temporal (IT) durante el embarazo en caso de riesgo para la madre o el feto.
Otro punto clave es que se aconseja es que se anuncie a través de un canal con el que se deje constancia escrita, como es el caso del burofax o mediante el envío de un correo electrónico. Esto servirá para asegurarse en un futuro de las medidas pertinentes en caso de tener que adoptar medidas pertinentes de protección a la maternidad si se diera el caso de tener que defender los intereses de la madre trabajadora frente a un posible despido.
¿Qué hacer si me despiden estando embarazada?
La protección contra el despido durante el embarazo es un derecho laboral que da comienzo desde el momento que la trabajadora se queda embarazada hasta que el recién nacido cumpla los 12 meses.
Pero, ¿qué hacer si me despiden por estar embarazada? En ese caso se debe saber que la ley en España protege contra esta situación. Lo primero que hay que saber es que sí te pueden despedir estando embarazada, pero debe ser por una o varias causas justificadas que no tenga relación alguna con el embarazo.
En el caso contrario, si el fin del contrato no está motivado la ley presume de que se trata de un despido nulo, ya que la mujer trabajadora se encuentra protegida por la legislación desde el momento en el que se tiene conocimiento del embarazo hasta que el bebé cumpla su primer año de vida. Su objetivo es evitar la discriminación o la vulneración de sus derechos fundamentales.
Consecuencias de un despido nulo
En cualquier caso, será un Juzgado de lo Social el encargado de dictaminarlo bajo sentencia firme. Además, las consecuencias de un despido nulo de una mujer embarazada pasan por la obligación de readmitir a la empleada en su mismo puesto de trabajo, a lo que también se le podría añadir el abono de todos los salarios de tramitación.
Esto se traduce en el pago de las nóminas desde el momento que se produjo el despido hasta la reincorporación. Pero la cosa no acaba ahí, porque la compañía podría también ser condenada a tener que pagar una cuantía adicional por daños morales.
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